Nicotina

febrero 19, 2011

Quiero fumar y esta no es una apología al humo, sino un acto silvestre de independencia. Un derecho, como la masturbación. Quiero fumarme un pitillo tomando un espresso después de comer, en un lugar caliente. Quiero fumarme un cigarrillo caminando por el parque, viendo las vidrieras en la calle, bebiendo una birra en un club.  Después de hacer el amor, mientras acaricio la espalda de mi amante o cuando lo veo dormir y el silencio de su rostro plácido y sofocado, convierte la braza y las volutas ascendentes en ternura. 
No podría amar a un hombre que no me dejara fumar, aunque solo fuera de vez en cuando en la cama. Seguramente lo primero que haré antes que nada, si alguna vez me entero que seré madre, sera encender un cigarrillo como mi hermana. El último antes de una larga pausa y luego, como mi madre volveré a fumar apenas vuelva al trabajo y no quiero dejar de fumar antes de dormir, cuando leo las últimas hojas de un libro especial. De uno de esos que te quitan el sueño y que con los años son cada vez más escasos.
Quiero fumar como mi abuelo, sentada al escritorio y frente a la máquina de escribir mientras aguante,  sosteniendo el pucho en la comisura de los labios y algún día tener los dedos realmente amarillos. Que las yemas sean como el papel viejo y mi cuerpo envejezca naturalmente. Morirme a los seteintaipico, en pleno uso de mis facultades mentales, después de haber escogido con atención cada día a dónde me llevan mis actos.
El suicidio literal, como acto y como idea, y ese otro mesurado, que abrazamos cotidianamente en nuestros hábitos, son lo que nos hacen ser independientes de dios. Saber que voy a morir y decidir libremente como quiero hacerlo, me hace un individuo libre y soberano que vive en el paraíso, independientemente del país. El protofacismo bio-politicamente correcto es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos.

se haceptan sugerencias...

febrero 15, 2011

Llevo cosa de una semana levantándome temprano por las mañanas. Ahora desayuno y he empezado a pintar mi casa de colores. Vivo en este depto desde 2006 y la verdad es que nunca pensé que me quedaría a vivir aquí. Siempre lo he sentido como un lugar de paso.
Al principio lo reconocía específicamente como un lugar de tránsito. De purga, una especie de celda. Sólo me traje los libros y el ordenador y por lo menos el primer mes, dormí en un colchón en el pasillo. Aunque el departamento no tiene pasillo, es una casa chorizo en los traspatios de mi barrio.  La puerta de la escalera común, se abre directamente a la intimidad de la cocina, al impudor de los platos sucios. Luego está el cuarto de trabajo, sala de estar, sala de música y al final del todo: el nicho. Un dormitorio frío, oscuro y angosto.  Recién cuando llegaron lo muebles se volvió un hotel. Impersonal, por que creo que no he escogido una sola de las cosas que están aquí. Con colores neutro y el gusto mínimo.
Hace un par de días un amigo que nunca he visto, me contó que en 2010 se ha mudado de casa siete veces.  Sonreí y me acordé de 2006. No nos conocemos tanto, como para que le pregunte por sus males de amores, pero tiene toda la pinta de que los tiros van por ahí. Como nunca, las tres o cuatro líneas que me enviaba eran personales, hablaban de hábitos, tenían un regustito de amistad. Ese día tuve muchas ganas de llegar a México, el país al que supongo que yo me hubiera ido a vivir si Alemania y este hotel no se hubieran interpuesto. Estoy aburrida de comer Pollos Santos sola, aquí nadie en su sano juicio se mete esa inyección de calorías.  Sólo los turcos, los árabes, mi amigo iraquí. Sin él, los inviernos serían mucho más tristes.
O sin la Doña y la Doña también quiere ir a México, nosotr@s queremos ir a México, hacer nuestra propia comitiva de embajadores de Kreuzberg, que es así más cool en alemán, bien surtidito y con los años el “Hotel” bar es uno de mis boliches favoritos y cada vez tengo más libros y las estanterías rebalsan y me ahogo en todas las cosas que han caído a mis cuatro paredes y de golpe reaparecen esas  ganas locas de vivir en un lugar con más luz. De ocupar definitivamente el espacio.
Eso aquí significa que una esté dispuesta a hacerlo con sus propias manos. Los departamentos baratos, son baratos, porque habitarlos significa una verdadera inversión de energía, dinero y trabajo. Una tiene que renovarlos enteros. Pintarlos, pensar en la luz, en la disposición de los muebles, en el color del piso, en liberarse del caos, sola o con los amigos. La intensidad y escasez del luz te obliga a pensar tanto. Pero eso ya lo tengo asumido y el depto puede convertirse en un barco. En un Raumschiff, que es la palabra más bonita para nave espacial que yo conozca. Traducida literalmente significa barco del espacio.
En estos trece años he aprendido a enyesar las paredes, a pintarlas, a mejorar los techos, a colocar las repisas, a arreglar los suelos. Desde hace un par de días construyo una casa de colores mexicana, ya tengo puertas azules y le busco un nombre.

"jedem Abend ein Gedicht"

febrero 05, 2011

Der 27 Juli letztes Jahres war ein Dienstag. An einem Tag wie diesem kam ich vor dreizehn Jahren in Berlin an. Es war im Sommer und ich dachte in 2010 alle Monate daran. Inzwischen ist es ein wahrer Jahrestag geworden, der Tag meiner Heiligen nach Tradition der Spanier, die ihre Kinder nach der Heiligen nennen, an deren Tag sie geboren werden. Ich suche in Google und finde 22 Möglichkeiten. Wenn ich gläubig wäre, müsste ich mir als Namen ein Pseudonym wie Antusa, Bartolda oder Celestina einfallen lassen. Wobei der offizielle Name ist Pantaleon, ein Märtyrer aus dem dreizehnten Jahrhundert. Der Name ist griechisch und bedeutet: "der mann, der über alles herrscht, was geschrieben steht". Es geht darum und warum denn dann nicht: Rery Pantaleona, die bin ich und fange an zu erzählen.

Das erste Mal, als ich eine kurze Erzählung von Borges las, war ich 18. Ich habe noch das Buch, oder die Bücher: Zwei Bände mit den gesamten Ausgaben, vom EMECE in Mexico 1989 veröffentlicht. Ich liebe diese Bücher und seit dem ich sie habe, schleppe ich sie überall hin mit. Ich habe sie nie geliehen und wenn ich mich auf die Flucht mache, sind sie die ersten Objekte, die in meinem Rucksack Platz nehmen. Sie sind mein kostbarstes Eigentum und mir so nah, dass wenn ich nicht mehr weiß, wo oben und unten ist und ich dringend nach Hause zurück müsste, weil ein sicherer Spiegel Not täte, es meistens reicht zum Buchregal zu gehen. Ohne Georgie hätte Pantaleona nie existiert. Meine Odyssee wurde im "Spiegel des Rätsels" erdacht und hat sich als bescheidender Remix von Gullivers Reisen mit einer Dosis schwarze Humor und einem Hauch von Krimi entsponnen.

An 2010 beunruhigte mich, dass es eine runde Zahl ist: Wirkungsstark - der Schluss des ersten Jahrzehnts des XXI Jahrhunderts. Ich habe diese Befürchtung: Ab dieses Jahr wird meine Geschichte endgültig eine des letzten Jahrhunderts sein, daher mache ich den Schritt es mit Deutsch zu versuchen. Jedes Mal, wenn ich den Blick über meiner Tastatur erhebe, sehe ich den Band "Bolivien in seinem ersten Jahrhundert Unabhängigkeit", den ich besitze. An der Größe des Buches und wegen seines Gewichtes merkt man den Verfolgungswahn einer Gesellschaft in den 25 Minuten ihrer Glanzzeit. Es ist in den wenigen Jahren entstanden, die Bolivien als Großmacht in Südamerika galt. Es ist der Crash des Hochmuts der Grille jener, die an Zivilisation wie im Westen glaubten, kartoniert in handgearbeitetem Leder und gedruckt auf das beste Papier. Ich habe das Buch seit 2005: Eines von tausend Exemplaren. Die stolze Besitzerin dieses fünf Kilo schweren Teils der Geschichte zu sein, hat mich in Laufe der Zeit zu einer prekären Sesshaftigkeit gezwungen. Seit 2008 ist mein Ziel, nicht mehr als einen Kubikmeter Eigentum zu haben. Das mindest Notwendige bei einem Umzug per Schiff und die 400 Euro, die ich immer geliehen bekommen werde.

Nach der Kabbala addiert und subtrahiert - ich bin längst keine Expertin -war 2010 ein Jahr der Zwölf: Das heißt von Apostolat und Verbreitung. Die Nummer Dreizehn an sich - all die Jahre, die ich in Deutschland bin - bedeutet ein Jahr von Tod und Wiedergeburt, von tief greifender Verwandlung und Umwandlung. Sie entspricht auch der Anzahl der eingeladenen Gäste im Abendmahl. Ich bin letzten Dezember 33 Jahre alt geworden, wahrscheinlich habe ich alle diese Verbindungen festgestellt, weil eine Verrückte den Papst am Heiligabend vorletzten Jahres gestürzt hat. Am 25. Dezember 2009 verkauften alle Zeitungsständer in Madrid diese Nachrichten neben einer billigen Ausgabe von "Die permanente Revolution" von Trotzki.

Ich bin geboren in einem Jahr der Neun, der Nummer, die über die neunte Sphäre regiert, der des Sexes und sexuellen Verwandlung. Ich nutze meinem Schnurrbart seit Mitte 2009, noch bevor ich das wusste. Das Buch, an dem ich seit zwei Jahren arbeite, beschäftigt sich genau mit diesem Thema. Ich versuche dabei ein Selbstportrait: Die Frau hinter der Frau, die eine andere Frau träumte und warum viele Bücher, die man als männliche Literatur bezeichnen könnte, so wichtig für die Wahrnehmung meiner Menschenrechte sind. Ich bin ein leichtes Mädchen, in viele Hinsichten und ich habe 2007 angefangen, an dem Buch zu arbeiten, auch ein Jahr der Neun, als ich als Aufpasser einer Kunstausstellung am Potsdamer Platz arbeitete. Es handelte sich um einen heimtückischen Sonderverkauf von einer sehr renommierten Kunstgalerie. Ihre Hauptattraktion waren Arbeiten der erotischen Werke von Georg Grosz. Wir arbeiteten in 12-stündigen Schichten. Es gab zwei Sorten von Arbeitern: Die brotlosen Künstler und die Bodybuilder, die sich um die Sicherheit zu kümmern hatten, aber vor allem darum, die Anderen zu foltern. Das war auch im Sommer, der Blick hing über Stunden an einem Bild, alle Bilder gehörten zum Expressionismus, der Schwerpunkt waren die Jahren zwischen den Kriegen und späte Arbeiten mancher Überlebender. Viel Schmerz und Ironie, Sarkasmus, Sadismus und Schönheit. In der Pausen war die einzige stille Ecke unten ein Wachturm der DDR, von Touristen verlassen , in der Ema- Berger- Str. Dort habe ich Bataille kennen gelernt, dort habe ich Bakunin und Sartre gelesen und da traf ich auch auf Jörg Fauser, dann hat es bei mir angefangen mit dem Fieber und der Kraft, nur von "jedem Abend ein Gedicht" zu leben und irgendwie war da auf einmal tiefer Frieden mit Deutschland. Viele der Ideen, die den letzten 27. Juli begleiteten, nahmen dort endgültig Form an. Als hätte ich dabei meine Staatsangehörigkeit mühsam ergattert und wäre mein falsches Deutsch jetzt Bestandteil meiner Haut, ein Teil des Schicksals, genau wie bei allen anderen Arbeitern - Inländern und Ausländern - damals um mich: Ein seltsam zeitloses, ein ortloses Gefühl.

Dieses 2010 von Tod und Verwandlung hat mir bestätigt, dass die wahre Revolution nur individuell sein kann. Vielleicht sind deswegen die zwei großen politischen Attentate, die sich unsere Kultur seit 2009 erlaubt hat, von psychisch Kranken verübt worden. Das blutende Gesicht von Berlusconi kann man nur als surrealistisch bezeichnen. Es gab Zeiten, in denen, was wir heute als verrückt bezeichnen würden, anders wahrgenommen wurde. Wissenschaft ist nur eine Gattung mehr der Fiktion, wie Borges sagt und Verrückte sind nur diejenigen, die ihr eigenes Leben nie in Frage stellen, die wortlos eine soziale Schicht annehmen und ihrer Erziehung blind folgen: Diejenigen, die bequeme Texte schreiben über ihr eigenes bequemes Dasein.

Nein ich wollte nie so ein barockes Leben führen, ich habe eine Vorliebe für Matrosentexte und verrauchte Kneipen, für reißende Romanen, wie die von Joseph Conrad, Schicksal bestimmende Ereignisse und Epen, ich liebe Mythen und die Abenteuer von El Corto Maltes, wahrscheinlich nichts Anderes, als das Übliche in der transkulturellen Fiktion, nach der ich mich bewege, wo das politisch Korrekte ständig an seine Grenzen stößt und sich tagtäglich die Sprache ändert. Von Borges weiß ich, dass Alles einen heimlichen Grund des Daseins hat: Mystisch und oft umfassend. Man schreibt, weil man es machen muss. Ohne wenn und aber und ohne eine goldene Zukunft. Meine Heimat ist in erster Linie die meines natürlich entstandenen Glaubens, ziemlich egal in welcher Sprache.

bei lauter niemand

un punto equidistante

Llevo más de un mes sin escribir nada, prácticamente sin decir palabra. Volver ha sido mucho más lento de lo que era, me hago mayor. A pesar de mis escapadas, la verdad es que cada día estoy más vieja y lentamente se me acaban las ganas de escaparme. Suena patético, quizá se deba al invierno y en menos de dos meses estaré de vuelta bajo la fiebre de los castaños, gozando del verano sin preocuparme por la inmortalidad del cangrejo, aunque no creo...
esta vez si que volver no ha sido fácil. Estar allá tampoco ha sido fácil y las ganas de buscar un lugar tranquilo bajo el sol, donde escribir poemas y tomar cerveza sin preocuparse por nada sea lo natural, es cada vez más apremiante. Esa „felicidad burguesa“ e irrealizable.
La orilla del canal sigue siendo lo más parecido al paraíso cuando no la cubre el hielo.
 
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