Crónica de una muerte anunciada

diciembre 11, 2009


Jueves 10 de diciembre de 2009, la una y media de la tarde, hora de Berlín, el presidente Barak Obama recibe el premio Nobel de la Paz en Estocolmo y en España Amainetu Haidar entra a su vigésimo quinto día de huelga de hambre, con una dignidad que conmueve, un pañuelito en la cabeza y dos pares de cojones, para decir que vuelve a su casa viva o muerta, para estar con sus hijos, viva o muerta, dejándoles además en caso de no poder volver a abrazarlos, el recuerdo de alguien qué debido a que no tiene poder sobre las armas, como nuestro Mr. President, de todas formas no renuncia a la dignidad de mantener su identidad. La existencia de “su país” está en duda desde 1975 y según las Naciones Unidas el Sahara Occidental sigue siendo territorio español. Al final de cuentas hablamos de la última colonia e internacionalmente no están reconocidos los derechos del reino de Marruecos sobre esa porción de tierra.
“Uno no siempre hace lo que quiere/ no siempre puede/ pero siempre tiene el derecho de no hacer lo que no quiere” dice un verso de Benedetti. La situación en Europa es tan urgente que una persona está a punto de morir en un aeropuerto, una mujer musulmana, y los “intelectuales de izquierda en el mundo civilizado" han vuelto a pedirle a un Rey que intervenga, demostrando así que la confianza en la democracia, pues mire usted, también en Europa lentamente resulta inquietante. El sistema es incapaz de reaccionar ante la urgencia, la Comunidad Europea sólo ha estado en condiciones de emitir un comunicado de 25 líneas sobre el conflicto que se ha desatado y lentamente parece que los españoles, igual que antes nomás están solos con su historia. ¿La pregunta es si quieren olvidarla? ¿Cuál es el precio del progreso en medio de la crisis?
La Comunidad Europea de momento es una unión comercial en la que la dimensión humana no se contempla del todo y corre el riesgo de sucumbir a ideas extremistas. El referéndum en Suiza de hace dos semanas, en el que la mayoría de la población voto a favor de que los musulmanes construyeran sus iglesias sin campanarios, es un ejemplo del desarrollo que están tomando los acontecimientos desde que se ha impuesto la lógica de que la guerra a veces es la única alternativa para salvaguardar la paz. El delirio de seguridad que sufre la población hace que incluso noticias extremas, como la de la activista saharahui, sean apenas seguidas por la prensa en la mayoría de los países de la Unión. El mundo entero ha preferido concentrar su atención en el discurso de Mr. President y la guerra de Afganistán. Mientras tanto una mujer musulmana está a punto de morir de inanición en nombre de la democracia, simbólicamente en un aeropuerto, para poner al descubierto los abusos que sufren los habitantes de algunos países en el mundo y en lugar de tomar una posición clara y unánime, las instituciones que ha creado el sistema, esas que supuestamente garantizan espiritualmente que el uso de las armas está justificado, son incapaces de reaccionar en 25 días frente a un socio comercial estratégico y supuestamente demócrata, o sea Marruecos. El gobierno de José Luis Rodrigues Zapatero tiene las manos atadas, así que el jueves varios cientos de estudiantes, artistas e intelectuales españoles le pidieron al Rey Don Juan Carlos que hablara con su primo el Rey Mohamed para conseguir un salvoconducto que le permita a Amainetu Haidar retornara a su hogar, al lado de sus hijos, a pesar de ser una disidente política. Intelectuales occidentales de la talla de Günter Grass, Mario Vargas Llosa, José Saramago o Darío Fo, que de costumbre están a siglos luz de las casas reales, han secundado la moción y es que, si vamos a continuar con nuestra misión evangelizadora obligando a palos a que la gente sea demócrata, tenemos que tener la decencia de respaldar objetivamente la democracia, si no lo hacen nuestras instituciones pues que lo haga el rey. El Sahara Occidental es un conflicto de occidente y la lucha de los independentistas saharauis fue una bandera de la izquierda española en los años 70 y 80, luego pasó al olvido. Eso si, nadie pone en duda que su historia juega un papel en la creación de la identidad de la España democrática, en las bases de ese Estado que hoy por hoy se reconoce a si mismo como mediador y humanitario, además de profundamente cristiano. Prueba de ello es la resolución que el martes 15 de diciembre aprobó el parlamento de ese país, con abstención del Partido Popular, en la que vuelven a reconocerse el derecho de autodeterminación del territorio y la responsabilidad histórica de España, una resolución sin consecuencias ya que el ejecutivo no puede reaccionar sólo al conflicto con un socio estratégico de toda la EU y que le ha valido al gobierno de Zapatero ser considerado por medios de comunicación como la Cadena Ser de esquizofrénico.
El miércoles 16 Haidar entró a trigésimo primer día de ayuno voluntario y a la sala de terapia intensiva del hospital de Lanzarote sin que se produjeran cambios ni en su situación ni en su determinación, sigue negándose a recibir alimentos, a cambio narcóticos para frenar los dolores que produce morir de inanición, lleva dos días vomitando sangre. Desde Rabat el discurso oficial del gobierno marroquí no reconoce la situación de la activista como algo humanitario, dado que España le ha ofrecido asilo y una serie de comodidades, a cambio de que abandone la medida de presión. El Parlamento Europeo después de horas de discusión por fin se puso de acuerdo en una resolución en la que se pide a Marruecos, tan diplomáticamente que conmueve, que asuma los compromisos internacionales que hacen que sea considerado como un país democrático y por tanto, como un socio aceptable de la Unión. Al final de cuentas la guerra que escupe desde hace años cadáveres a cuenta gotas, está justificada en nombre de los ideales abalados por esos compromisos. Jueves 17 de diciembre, la resolución que debería haber sido votada por los parlamentarios ha sido retirada del pleno europeo por los propios jefes socialistas, para sorpresa de los parlamentarios rasos. Al cierre de esta nota todos estamos a la espera de que se produzca un milagro.

6.12.2009

diciembre 07, 2009



con el fin de las noticias
en la radio
cae la culpa
entumeciendo los huesos

conciencia –dicen que se llama
este grillete-

conciencia repite la voz
en lo profundo
y quizá nos refiramos a un
trastorno bipolar de la personalidad
donde se esconde la culpa
así la diagnostican en los tiempos postmodernos
y ahí está
la culpa

una piedra atada al cuello

culpa
de haber nacido en un lugar
cómodo y caliente

culpa
de la cruz y el alfabeto

culpa
de las palabras que
arman el discurso y
se entretienen
construyendo una identidad
que no existe
que ha demostrado fracasar
en la razón del plural al que
tratamos de ceñirla

culpa
con zapatos de tacón
y zarcillos

culpa
de corbata y gomina
en el pelo

culpa
de empleado público
paseando sus actas
como un prontuario
por las calles del centro

culpa
de colegios privados
con jardines

culpa
de los pobres de espíritu
que ahorran para operarse las tetas
mandar a cerrar sus parcelas
vigilar sus barrios
matar a los intrusos
que mancillan la apariencia
de civilización intacta
-el brillo de la superficie-
los chalets con servicio domestico
detrás de los que se
acumula la culpa
culpa de no querer mirar al otro
en toda su dimensión humana

conciencia –dicen que se
llama este grillete-
conciencia repite la voz
y sangra la carne por la ingle

a la distancia
se gangrena
toda una generación

estamos en la guerra
ante la oportunidad
de salvar el alma
de la culpa
sin pastillas
librarnos de
la culpa
que se ha acumulado
en las piedras de nuestras iglesias
la barbarie de nuestra fe

mata al padre
pégale un tiro de gracia
ahorca al padre
lapida al padre
y al papa con su sombrero de prada
y sus zapatitos gucci
a ese también

una cruz para el cordero del hombre
que nos limpie de la culpa

una cruz para el caudillo
en medio de un vals de Strauss
con cruces andinas

una cruz para los ciegos
guiados por sus miembros
que cumplan con su destino
y que se inmolen
cerrando el pico
de una puta vez.

"Schönheit, Dich will ich preissen", Georg Greosz, Acuarela, Alemania 1919.
 
Design by Pocket