Il Cavaliere

septiembre 14, 2009


El pasado jueves Gianpaolo Tarantin, un amigo de Berlusconi y empresario de Bari de 36 años, reconoció ante el juzgado que entre 2008 y 2009 organizó 18 fiestas con prostitutas y cocaína para agasajar al jefe de gobierno italiano. El fotógrafo italiano Antonello Zappadu quedó absuelto de la acusación por allanamiento de morada, que pesaba sobre él, tras publicar imágenes de las orgías. Según las declaraciones de Tarantin, Il Cavaliere no sabía que las mujeres que se acostaban con él cobraban una media de 1.000 euros, más gastos. El escándalo que produjo la desenfrenada vida sexual del primer ministro italiano hizo las delicias de la prensa en el hueco de verano, como se conoce al periodo de las vacaciones, en toda Europa. La gota que derramó el vaso, como todos saben, es su relación con Noemi Letizia, una joven de 18 años que a pesar de todas las absurdas explicaciones que ha dado Berlusconi, evidentemente mantiene una relación con él. Baste de prueba decir que pasó las vacaciones en la misma ciudad de Sardina. Juntos pero no revueltos, teóricamente, aunque evidentemente nadie le cree.
El plan de Berlusconi, como lo devela la secretaria de la Asociación Migrante Shukiri Said en una nota publicada en el diario El País, consistía en hacer un acto de constricción simbólico ante la Iglesia Católica a finales de agosto en la fiesta conocida como la Perdonanza, para lavar su imagen frente a los ciudadanos italianos. Los convenios acordados para poder tener este show, una cena privada con el secretario de Estado vaticano, eran la prohibición de la píldora RU 486, fármaco abortivo que se usa en Europa desde hace décadas; la ley del testamento biológico que anula las disposiciones personales de una muerte digna, y una política todavía más discriminatoria contra los homosexuales. Al parecer no son suficientes, la Iglesia espera una política menos dura frente a los inmigrantes ilegales, quizá el único punto realmente humanitario en discusión y además está indignada porque en la guerra sucia salió más que damnificada cuando el emporio mediático de Berlusconi tiró a matar contra Dino Boffo, jefe del periódico de los obispos, por osar hacer juicios de valor sobre Il Cavaliere. Al final Boffo tuvo que renunciar a su cargo, ya que apareció publicada una carta anónima en la que se le acusaba de acosar a la mujer del hombre con el que mantenía relaciones homosexuales.
Total que Italia es un delirio y lo peor de todo es que con su modelo de “democracia guiada”, porque el pueblo no elige a los parlamentarios sino a los partidos y estos a su vez deciden todo a nivel ministerial, amenaza con retroceder a la edad de piedra a uno de los miembros del G8. Las asociaciones de homosexuales y lesbianas del país han convocado a una marcha masiva el próximo 12 de octubre en Roma y han anunciado que pedirán asilo simbólico en la embajada española, para que el país vecino defienda sus derechos frente al parlamento europeo. La ex mujer de Il Cavaliere, Verónica Lairo dice en su libro “Tendenza Verónica” que desde hace dos semanas inunda las librerías, que el divorcio fue "la última forma de respeto hacia mí misma"; ojala que el resto de los italianos secunden la moción.

2 comentarios:

Marco dijo...

Una verdadera pena... he leído tanto sobre Berlusconi en estos días que me abruma.
Lo siento porque desde niño he sido un seguidor de lo italiano y porque para el año pretendo irme a hacer una maestría allí, pero bueno, más allá de su vida sexual, que lo debe convertir en ídolo para muchos adolescentes y número igual de viejos verder, lo triste es el tema de cuanto avanza la derecha transnochada y ultraconservadora bajo su mandato, cercano como ninguno al poder del Vaticano y a los ricos y xenófobos empresarios del norte italiano... una pena... Povera Italia.

Nikola dijo...

Even Mafalda is angry at Berlusconi, as well as 100.000 Italian women: http://momento24.com/en/2009/10/23/mafalda-angry-with-berlusconi/

 
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