Sartre para Bolis

septiembre 23, 2009



Si me corresponde ser la persona que tome la palabra es algo que dudo, lo que me mueve a hacerlo es la necesidad de comunicar, como diría Max Frisch. Esta nota tiene más que ver con la urgencia de no sentirme sola de cara a las preguntas que afectan nuestro tiempo, a las dudas que sentimos todos, antes que afirmar que tengo razón o que lo que voy a decir sea la verdad. ¿Qué es la verdad? ¿Qué es libertad? ¿Qué es democracia? Abordo estas preguntas con la inseguridad del autodidacta y desde la certeza intima de ser una cualquiera, como lo entendía Sartre. Es decir desde la aceptación de mi condición de boliviana occidental andina de provincia, escuchando las noticias y los debates en Radio Panamericana a 10.000 kilómetros de distancia. Desde mi realidad de migrante con tarjeta de residencia, pero sin ninguna otra nacionalidad que la boliviana. Es decir desde mi historia de trabajadora sin derechos ciudadanos hace más de 10 años. He votado sólo dos veces en la vida, tengo 32 años, soy una escribiente. “El hombre es lo que hace con lo que hicieron de él".
"El hombre es lo que es y lo que hace" y este es solo un intento desesperado de proponer una salida para el tiempo raro que nos ha tocado vivir como occidentales del extremo. La intento desde Sartre, ¿Por qué sartreana y no socialista o marxista o capitalista o feminista o cristiana? Básicamente porque “El Existencialismo es un Humanismo”, tal vez el último que haya sido capaz de formular nuestra cultura y su mérito está en que, promueve la observación del sujeto desde distintas disciplinas. Para Sartre el nuevo hombre es polivalente, pluridimencional y es capaz de virtualizarse en el otro. No con el fin de establecer una única verdad, sino con el fin de concebir lo humano. Ese eso que nos hace reconocer a los otros seres de la misma especie y nos permite convivir con ellos, a pesar de todas las diferencias físicas y de todos los ismos.
Sartre a mi parecer, sostiene que los occidentales somos burgueses en esencia, porque en nuestro desarrollo como sociedad, hemos adquirido aspiraciones burguesas. Nuestro esquema de valores promueve un conformismo social que consiste en establecer una familia con jerarquías rígidas y pertenecer, gozando de cierto reconocimiento, a una tribu regida por las mismas jerarquías. Esto por lo general, viene acompañado de algún tipo de bienestar, normalmente económico y de la propiedad.
Nos caracteriza el hecho de que tenemos un Dios, que ha justificado por milenios los medios de producción e iglesias que los han administrado y administran sobre la tierra. El capitalismo es una construcción colectiva y es más que un modelo económico. Es parte de la idiosincrasia, de lo que nos diferencia como humanos de todo lo otro. Del musulmán con su dios, del kallawaya con los suyos, de cualquier otra persona que tenga una creencia intima diferente. También en América, también en Bolivia. Es como quien dice nuestra Matrix y los occidentales no podemos por revolución armada de un día para otro dejar de ser burgueses, tampoco los comunistas y si no, que alguien les pregunte ahora a los polacos.
Lo que Sartre en el 67 pensaba, en 2009 es un hecho irrefutable. Las dictaduras socialistas occidentales no han sido menos burguesas en sus valores sociales y en sus maneras de control del individuo que las dictaduras y democracias capitalistas. Reducirlo todo a números, a conceptos económicos, a modelos de producción, a parafernalias nacionalistas es en mi opinión un insulto al individuo, es seguirnos negando a respetar lo más sagrado que tiene el ser humano, indistintamente de cual sea su cultura o su sexo, que es la facultad del libre albedrío. El derecho a decidir y la responsabilidad de cargar con las consecuencias de sus actos. Para Sartre el hombre tiene siempre la última palabra, hasta en la muerte es libre. Cada uno de los miembros del colectivo es responsable del derramamiento de sangre o de la buena convivencia. Aplicado esto a nuestro país significaría que, cada uno de nosotros es responsable de la corrupción y de la división del país. También de la infamia, de la sinvergüenza con la que se miente en la actualidad, por ende de la violencia, que será consecuencia segura de la polarización después de las elecciones de diciembre.
¿Por qué participar entonces? ¿Por qué aceptamos participar en comicios improvisados, que lo único que van ha hacer es profundizar el caos? ¿Por qué escogemos como representantes, justamente a las personas que menos pueden hacer por lograr que los bolivianos volvamos a encontrarnos? ¿Por qué Álvaro García Linera o Manfred Reyes Villa y gente como ellos? ¿Por qué? Nadie nos obliga a pagar millones por algo que va a traernos a todos más mal que bien. Mientras no nos hayamos puesto de acuerdo en cómo va ha funcionar el aparto jurídico del Estado, cualquier votación no haría más que destruir nuestra democracia. Darle el tiro de gracia a lo único por lo que nos sentimos orgullosos todos los bolivianos.
Es posible que sólo hable por mi, sin embargo pienso que el resultado de las elecciones de 2005 me autoriza a hablar en nombre de la mayoría de los ciudadanos del país. Los bolivianos queremos y reconocemos como nuestro presidente al señor Evo Morales Ayma. Por mayoría absoluta queremos, los aymaras, los quechuas, los pueblos indígenas del oriente y los occidentales andinos, la Nueva Constitución Política del Estado y además, con nuestra participación en los comicios hemos demostrado que seguimos queriendo ser democráticos, es decir que por mayoría absoluta también, aceptamos las leyes capitalistas y burguesas, por que son las que nos hacen ciudadanos y a nuestro país miembro de las Naciones Unidas, subscriptor de la Declaración de Derechos Humanos, etc., etc. Como dice Sartre: "no son criminales" aun cuando yo como Sartre nos declaremos enemigos de los burgueses y usted también si quiere.
Como bolivianos lo único que debería importarnos, indistintamente de si es usted cholita o cawallero, peladinga o kallawaya, revolucionaria o doctor es destruir el Imperialismo, o sea que el más fuerte imponga sus reglas a pesar de la ley. Que Estados Unidos tenga derecho a invadir Irak, que los países del G8 no cumplan el Protocolo de Kioto o los Objetivos del Milenio, que nosotros nos dejemos llevar al enfrentamiento por culpa de los cuatro pelotudos que azuzan nuestro racismo, que los Monopolios desangren a nuestra gente. Hay leyes, nosotros tenemos leyes, hay leyes internacionales, somos parte del mundo. “El hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”, así que reaccione, aun estamos a tiempo de unirnos para construir algo bien hecho, que se sostenga en el tiempo. Como dice Sartre asumamos un compromiso, para poder vivir en democracia deben respetarse y aplicarse las decisiones que se toman en las urnas. Antes de volver a elegir consigamos que los que nos gobiernan, que no son otros que los que se presentan a los comicios de diciembre, lleguen a acuerdos básicos respecto a como van a aplicarse las nuevas leyes. La verdadera revolución es dejar de mentir.

2 comentarios:

estido dijo...

"...pienso que el resultado de las elecciones de 2005 me autoriza a hablar en nombre de la mayoría de los ciudadanos del país". Pues estás equivocada, Rery; ese resultado autoriza a Evo Morales y a Álvaro García Linera, no a ti. Más allá de ese desliz argumentativo, coincido contigo en varios puntos de tu razonamiento.
Un abrazo desde la Urbandina real y virtual.

Anónimo dijo...

escribime , llamame

paul rother

 
Design by Pocket