Tropece de nuevo con la misma piedra

agosto 05, 2010



"la música militar nunca me supo levantar"

La mala reputación - Paco Ibañez

Hay muchas cosas sobre las que no tengo una opinión, hay tantísimas cosas que me parecen contradictorias. De mi país sólo puedo decir que vivir una revolución con pinta mediática de guerra civil como voyeurista, a diez mil kilómetros de distancia, es esquizofrénico. Hay días en que pienso: cualquier rato llegamos a las manos, esto es un suicidio. Se dice que el gobierno quiere desplazar el feriado nacional, pasarlo del 6 de agosto al 22 de enero y hay quien se ofende. Hay gente a la que le encanta el himno nacional. No es mi caso. Desde chica las horas cívicas me llegan al huevo y además la mayoría de los conciudadanos en lugar de decir „el hado propicio“ entona a voz en cuello „qué viva helado propicio“, así se ha confundido al Estado con un frigorífico paupérrimo.
Me pregunto a menudo qué es lo que pensaban los que antes no gobernaban de lo que era gobernar, porque ahora que los veo hacerlo confirman que ese error semántico, repetido por generaciones, puta que ha hecho mella. La moral socialista deja tanto que desear como la moral imperialista. Eso es evidente. Así que para mi el 22 de enero tampoco es una opción. Desde que cambió la visión del ejercito a „patria o muerte“, la verdad es que ya me imagino la que se nos viene y se repiten las nauseas que me daban a los 17 años.
Cuando era adolescente odiaba el seis de agosto porque era el día en el que los militares salían a la calle a mostrar sus mejores galas y yo a principios de los 90 odiaba a los militares, sin mencionar que tenía que pasar horas como una estúpida con uniforme en algún desfile. Los usos y las maneras del ritual me han parecido siempre fascistas y cómo no iban a parecérmelo, si fueron los años de dictaduras militares los que „asentaron“ en la conciencia popular la efemérides nacional. Sin servicio militar obligatorio, la mayoría de los bolivianos no sabría ni remotamente lo que es una escarapela y probablemente tampoco qué es Bolivia.
El ejercito de Bolivia probablemente es el que menos problemas tiene con la historia. Según su página oficial se fundaron en 1810. O sea 15 año antes de que se fundara la República de Bolivar y tuvo su época dorada hasta 1926, cosa que me parece sospechosa realmente. No hay ninguna mención a Simón Bolivar. Sobre la guerra del Chaco dos líneas „se perdieron 50.000 vidas...“. Luego un salto mortal hasta 1967. Ni una mención a la revolución del 52. Es decir, ninguna referencia a la muerte de la República de Bolivia, que le dio paso a la Nación Boliviana. Ni una palabra sobre las reformas estructurales y completas que hizo el primer gobierno del Doctor Paz Estensoro.
1967 ocupa el mismo espacio que la Guerra del Chaco en el texto: „el ejercito combate contra la subversión Castro-Comunista cuya victoria hecha por tierra los propósitos de establecer una base de operaciones subversivas en nuestro país“. Luego otro salto mortal en la historia hasta el gobierno del General Banzer -sin referirse exactamente a cual de los dos- que convierte al ejercito en responsable de la „lucha contra el narcotrafico en la región del Chapare“ y luego sin explicar muy bien el paso dado a nuestra condición actual de Estado Plurinacional de Bolivia, ahora el Ejército Nacional es responsable además de repartir el bono Juancito Pinto y „En la gestión 2006, el gobierno del presidente Evo Morales Ayma, toma la decisión histórica de nacionalizar nuestros hidrocarburos, asignando al Ejército la misión de devolver la dignidad a nuestro pueblo, ocupando en una operación sincronizada las fuentes de riqueza“. 6 de agosto, 22 de Enero... qué más da, si hay cosas que nunca cambian y el país nuca pierde su tufillo a cuartel.
Para mi la única fecha nacional que tiene algún sentido es el 9 de Abril, día en el que se recuerda la Revolución Nacional, misma que nos hizo en su momento ciudadanos, razón por la cual a su vez, cincuenta años después, podemos cambiarnos el nombre colectivo en las urnas. Sin tiros.

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