Me caigo y me levanto

julio 31, 2009

...no toda recaída va de arriba a abajo
porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa
cuando ya no se sabe donde se está.
Probablemente Icaro creía tocar el cielo
cuando se hundió en el mar Epónimo
y dios te libre una zambullida tan mal preparada...

de Ultimo Round, Julio Cortazar, 1969.

LaMalaPalabra: Mujeres grafiteando

julio 30, 2009



Los paceños de mi generación saben que, las mujeres creando son el movimiento social y cultural urbano más importante del país. Esta es la acción de base realmente constructiva. Lean, lean....

LaMalaPalabra: Mujeres grafiteando

VI. Persépolis

julio 29, 2009


Ciclo Imaginario de cine
“24 páginas por minuto”
o la literatura en el cine contemporaneo


Todavía recuerdo el día que fui a ver esta película. Estaba con la Niko, era un lunes, un Blaue Montag cómo llaman algunos cines al día de descuento y entramos en el FSK. El cine que está en Oranienplatz, en el mismo centro de la provincia de Kreuzberg. Uno de los lugares clave de mi Heimat.
Me encanta esa palabra alemana, porque podría sonar turca también y señala el sentido de pertenencia a un espacio físico determinado. Por eso puede ser un pueblo o un país, pero también un paisaje o una región, incluso un idioma. Ese es el uso que le da al menos uno de los críticos literarios más conocidos del alemán y un sobreviviente judío del Getho de Varsovia: Marcel Reich-Ranicki. Leí en una entrevista que es su amor al idioma alemán y a la literatura alemana, él que le dio la fuerza necesaria para, de alguna manera, ser capaz de ayudar a reconstruir la cultura de este país después de la guerra. Él se quedó aquí a pesar del Holocausto, concentrando toda su pasión en los libros que habían quemado los nazis. Quería probarse a si mismo tal vez, que la barbarie es sólo una de las posibilidades de cualquier cultura. Yo creo que Reich-Ranicki leyendo, como crítico y como víctima, demuestra con su vida un valor admirable. Aceptó hacerse responsable de la construcción de un camino común, ayudando honestamente a rescatar lo rescatable.
¿Qué pasa cuando ya no quedan libros? ¿Cuándo un autor debe renunciar a su idioma y a la dimensión geográfica para poder hacerse responsable de ese camino común? ¿Cambia el sentido de Heimat? Esa fue una de las dudas intelectuales más importantes después de ver Persépolis. Yo no sé cómo habría narrado Marjane Satrapi su autobiografía si no hubiera tenido que hacerlo en francés y ante un público ignorante. Si hubiera podido comunicar directamente con el pueblo sobre el que habla ¿cómo lo habría dicho?
La autora tiene un gusto finísimo para guiar al espectador a través de la historia de su país y la de su familia, pero también para mostrar la fragilidad del emigrante. Su mundo sin contexto, en medio de una sociedad indiferente y hostil, que no sólo está lejos de ser perfecta, sino que cada vez está más lejos de los valores que teóricamente representa.
La transformación que sufre el concepto de “occidental” a lo largo de la película es fantástica. Satrapi hace que sea un adjetivo para caracterizar a su familia en Irán. Son ellos los que están conectados con el mundo y son los que encarnan los principios de modernidad y además, los que por generaciones han sido activos en la discusión del destino de su país. Después cuando con 14 años tiene que irse a Viena para escapar de la guerra y de la revolución islamista, lo occidental se transforma en la frontera natural para diferenciarla de sus semejantes. Pasan los otros a ser occidentales y ella es tan extraña en ese mundo supuestamente abierto, que termina volviendo a Irán. Sólo para darse cuenta años más tarde ya en Teherán que se tiene que volver a ir, porque lo occidental es en resumidas cuentas, pura cuestión de fe. Producto del sincretismo de distintos principios éticos que ponen al individuo en el centro de la cultura a finales del Siglo XX, entre dios, Marx y el feminismo.
Satrapi corre el riesgo de encarar Heimat como un concepto cultural, que rebasa las fronteras geográficas, las razas, los idiomas y pone al descubierto a los millones de personas en la periferia del “mundo civilizado” que comparten los valores sociales de Occidente, es decir que son occidentales, pero que no son reconocidos por Occidente más que como un factor estabilizador del sistema económico y si, la extranjería cambia la idea de pertenencia. Lleva a la gente a crearse mapas ficticios en los que Heimat es una calle de Berlín que termina en el lago Titicaca o la brisa del mar Caspio corriendo por París y si, pertenecemos a una generación además, a la que casi le resulta imprescindible cambiar de idioma para poder hacerse cargo de la construcción de un camino común en sus lugares de origen. Según últimos datos de Naciones Unidas 200 millones de personas han abandonado sus países en los últimos 20 años. En los últimos diez, por primera vez en la historia de la humanidad, somos prácticamente la mitad de los migrantes chicas. Las remesas que envían a sus casas l@s caminantes, son para muchos países más importantes que las sumas que perciben en concepto de ayuda para el desarrollo, físico y espiritual.
Esta película tiene muchas lecturas posibles, está es sólo la menos común de todas ellas. En cualquier caso vale la pena verla. Demuestra que la novela gráfica es un gran género literario y que hay historias que, para soportar el drama, es mejor verlas en dibujos animados.

Dirección y guión: Vincent Paronnaud y Marjane Satrapi
Animación: Cecile Dubois-Herry, Christian Desmares, Damien Barrau, Florian Fiebig, Jung Wang, Nathalie Mathé, Pascal Chevet, Thierry Peres
Francía/ USA, 2007

Ich habe eine Mordswut

julio 27, 2009

Frankfurt- Romerstadt

el 12.5.56®

Querido papi!
Tus postales son muy lindas. Lastimosamente no es correcta la vista del Louvre, pero de todas maneras es bonita. Voy a colgar ambas. Leo en este momento "Aníbal" de Mirko Jelusich. Los cártagos (Aníbal, su padre, el hermano, etc., etc.) son enaltecidos, los romanos difamados sin vergüenza. ¡Eran rígidos y de madera y su idioma era siseado y martillante! Tengo una rabia de muerte. Me encantaría escribirle al escritor: ¡siseado y martillante! Pero no hay que perder los nervios. Al final de cuentas yo conozco el latín, lo que no podría asegurar del autor, porque si lo supiera ¡no escribiría estas sandeces!.

Con muchos saludos

Tu Jörg







® así empieza el libro „Ich habe eine Mordswut”, contiene la correspondencia personal entre el poeta alemánJörg Fauser (1944-1987) y sus padres. En esta etiqueta iré traduciendo una selección de textos escogidos. Espero que les guste conocer más de cerca a uno de las voces menos reconocidas de la República Federal Alemana, pero más interesantes en la segunda mitad del Siglo XX. Lastimosamente su obra practicamente no está traducida al Español.

V. Las Horas

julio 22, 2009



Ciclo Imaginario de cine
“24 páginas por minuto”
o la literatura en el cine contemporaneo


Para Cirano

Me resultó difícil escoger el título de esta semana. Cuando se me ocurrió la idea de hacer este ciclo, ya sabía de qué películas quería hablar. Se trataba de una mera Terapia Grafológica, como diría Levrero. El plan era empezar con aquellas que en mi opinión hablaban del artista. Después quería mostrar tres perfiles de escritores llevados a la pantalla grande, para terminar con la lectura de cuatro textos hecha por distintos directores. Pan comido. No más de 400 palabras, una vez por semana: disciplina, la mínima indispensable.
No sé por qué se me ocurrió que encontrar a una chica para la sección de retratos iba a ser más fácil, era la única peli que seguía buscando y lo cierto es que así por las buenas, resulta muy difícil dar con algo que valga la pena o que se pueda conseguir sin mucho esfuerzo. Una joda, en la galería de la fama de los inmortalizados por el séptimo arte, prácticamente no hay minas. Ni rastro de aquellas mujeres que, ya sea por su obra o por su vida o por las dos cosas, llenan de sobra los requisitos para convertirse en un mito.
La decepción más grande fue haber hallado sólo documentales aburridísimos sobre Ingeborg Bachmann y adaptaciones de sus textos, más que mediocres, para la televisión alemana. No puedo creer que nadie haya reparado en esta rubia. Uno de los premios más importantes de literatura novel en Europa lleva su nombre, adaptaciones de sus obras se siguen estrenando en los teatros, sus libros son lectura obligatoria en los países de habla alemana y es la única escritora que conozco que es absolutamente independiente de sus ilustres amantes. A diferencia de Anaïs Nin que ha “conseguido la inmortalidad” en el cine por su trío amoroso con Henry Miller, ojo que como artista yo no la desmerezco, la independencia material y espiritual de Ingeborg Bachmann no se ha merecido ni si quiera la curiosidad de los realizadores. A nadie le ha llamado la atención que hubiera tenido una relación tan larga y tormentosa con Paul Celan o que haya compartido su vida algunos años con Max Frisch, dos monstruos de la literatura moderna occidental que han quedado en la categoría de amantes de esta Diosa. Bachman y su magnífica vos propia, sobrevivirán al tiempo, como las voces de Alejandra Pizarnik, Nora Zapata Pril, Margarita Yourcenar, Clarice Lispector o Margarite Duras.
Las Horas es el único suceso. Fue nominada a nueve Oscares en 2002 y debe ser “técnicamente” mejor que otras de las películas que he puesto, pero a mi francamente no me gusta y esa era la única regla, no hago crítica de cine. Esto es un Cine Club Okupa en Pulso y no otra cosa. Por otro lado tampoco se trata del retrato de un artista, es en realidad una lectura muy interesante de la novela homónima de Michael Cunningham, ganadora del premio Pulizzer en el 99, que se fue al carajo en el casting.
Si en la película Virginia Woolf es el personaje principal y no su libro: Mrs. Dalloway, se debe a que interpretativamente hablando, Nicol Kidman hace sola toda la película. Esta falencia dificulta la comprensión de la conexión entre los tres personajes principales del relato. Ya que además de Woolf, está una lectora de Mrs. Dalloway en la ciudad de Los Ángeles en 1949: Laura Brown y el personaje real de la novela de la escritora inglesa: Clarissa Vaughn, encarnado por Meryl Streep, en la ciudad de Nueva York a principios de los años 2000. A pesar de que la estructura es muy interesante: Autor- Lector- Personaje, lo cierto es que en Las Horas la figura de la escritora es la única que tiene contornos y a falta de opciones, al carajo las reglas estéticas. Antes que poner a otro macho de la especie, me quedo con Virginia. La pionera del “flujo de conciencia”, la autora de “Una habitación propia”, ese bellísimo manifiesto emancipatorio para los que se ven sojuzgados por la sociedad bidimensional y autoritaria del hombre occidental, conmigo o contra mi, pensado para las escritoras de generaciones venideras y útil para l@s ate@s, l@s loc@s, l@s suicidas, l@s artistas, l@s libres, tod@s l@s otr@s. Para nosotr@s, l@s lectores y para l@s editores dispuestos a correr el riesgo. Que conste, este no es un típico caso de cuotismo políticamente correcto. Se trata más bien de justicia poética.

Dirección: Stephen Daldry
Guión: David Hare
Actores: Nicole Kidman, Julianne Moore, Meryl Streep, Miranda Richardson, etc., etc.
USA, 2002

LaMalaPalabra: Yaaaaaaaaaaaa

julio 15, 2009

LaMalaPalabra: Yaaaaaaaaaaaa

Salúd a los resentidos irredentos! Para que se den una idea los que no conocen La Paz y para que se rían puteando los que quieren ser ciudadanos y no patriotas pendejos.

V. Factotum

julio 14, 2009




Ciclo Imaginario de cine
“24 páginas por minuto”
o la literatura en el cine contemporaneo


Pero quién ha dicho que hoy en día haya un sistema benévolo con la escritura y quien ha dicho que escribir sea fácil o sea un placer. Nada más lejos de la realidad. La desesperación puede llegar a ser enorme, sobre todo porque son nuestros propios fantasmas, muchas veces, los que se hacen cargo de dictar los mensajes que van dentro de la botella. El instante de la creación literaria es inconmensurable y está provocado por una espiral de vivencias, sometidas a las lecturas que dan las pautas a un marco estético. Pero la situación del acto literario, también está determinada por esos fantasmas, por esas infancias más o menos felices, por los amores y los desamores, por las costumbres fijas, como lavarse los dientes. En Factotum nos encontramos con el retrato de un personaje que es fundamental en la obra de Bukowski. Hank Chinaski el protagonista recurrente en varios de sus textos y su álter ego. El cineasta noruego Bent Hamer logra una buena recreación del mundo del autor y logra caracterizar muy bien al antiheroe de sus historias. Recurre a una estética expresionista, descarnada y sin dramatismos, como la del propio Bukowski. El casting además es impecable, Matt Dillon interpreta soberanamente al escritor y al loser. También la selección de textos literarios que recita la vos en off es muy acertada para acercar al espectador al talante del loco.
Aquí no podemos decir que se produzca una transformación en el protagonista principal, es más bien el mundo el que se transforma, el que es capaz de aceptar al protagonista y esto sólo debido a su arte.
Chinaski no deja de ser ni por un segundo fiel a si mismo ni de vivir en su infierno y lo aguanta o lo sufre, porque sabe que sólo yendo hasta el final: “estarás sólo con los dioses y las noches arderán en llamas” y eso es justamente a lo que un artista aspira. Aunque sean muy, muy distintas las maneras de llegar al climax literario. No todo escritor es Bukowski, por suerte, pero si algo se puede aprender de él en lo humano, es que lo importante es vivir sin renegar de quien uno es, incluidos los fantasmas y así aprender a ganar experiencias. “Eso si, sin usar jamás el como para construir una metáfora” le he oído muchas veces añadir a Jorge Campero, el indiscutible bicampeón de la poesía boliviana contemporánea, otro grande, que opina parecido.

Dirección: Bent Hamer

Guión: Bent Hammer y Jim Stark

Actores: Matt Dillon, Lili Taylor, Marisa Tomei, Fisher Stevens y Adrienne Shelly

Noruega, 2005

IV. Antes de que anochezca

julio 06, 2009



Ciclo Imaginario de Cine
„24 páginas por minuto“
o la literatura en el cine contemporáneo



Para seguir con nuestro ciclo imaginario de cine, iremos esta semana a la cuna de la Nueva Trova: Cuba, el objeto de deseo de la izquierda latinoamericana y lo haremos de la mano del director y pintor estadounidense Julian Schnabel.
Pictóricamente Schnabel es uno de los máximos representantes del neoexpresionismo americano, una corriente estética que se basa en la pintura figurativa, con colores vivos y que Schanbel consigue trasponer delicadamente al cine. La belleza y la definición de los detalles, muchas veces en apariencia inocuos, son el distintivo plástico de su cine.
Como en todas sus películas en “Antes de que anochezca”, Schabel trabaja en el retrato de un artista, en este caso el del escritor cubano Reinaldo Arenas. No creo que haga falta contar aquí quien es Reinaldo Arenas, tal vez sólo sea necesario aclarar, por si alguien no lo supiera que era, como Lezama Lima y tantos otros, homosexual.
La historia está contada en un pastiche de fragmentos de textos, citas de entrevistas con Arenas y discursos políticos reales. Es una denuncia pública a la represión de las dictaduras "socialistas" y lo que la convierte en un clásico, es que la denuncia no pretende atacar las ideas socialistas. No se trata de mostrar las ventajas o desventajas de un sistema económico. La denuncia esta dirigida a la etica socialista, sin compararla con otra y mostrando detalladamente toda su brutalidad y toda su estupidez. En Cuba hasta los anios 90 como en los tiempos de la Falange Socialista española o el partido Nacional Socialista alemán, los homosexuales eran perseguidos, muchas veces asesinados o confinados en campos de concentración.
Tan es así, que un niño campesino como Arenas, que con 13 o 14 años dejó su casa para buscar a los rebeldes y hacer la revolución, que creyó en la Revolución y que pudo haberse convertido en uno de los escritores más representativos del cambio, porque es uno de los mejores escritores cubanos del Siglo XX y uno de los mejores del idioma español, fue excluido, censurado, confinado al "Morro" y cuando pudo se escapó hasta Nueva York. Él, que nunca jamás se hubiera ido de La Habana y seguramente nunca hubiera sido anticastrista.
El problema de las dictaduras socialistas, de las mejores y las peores, es que no han podido aceptar la belleza que no sirva deliberadamente a sus fines y en el fondo son asquerosamente conservadoras, impúdicamente burguesas y, en resumidas cuentas, todavía más patriarcales. Giran alrededor de unos tipejos omnipresentes, con pelos en la cara, ciegos a lo “otro”. Mujer, homosexual, judío, librepensador o guajiro. Da igual.
La resistencia a la barbarie de su propia cultura, que opone Reinaldo Arenas escribiendo, hasta convertirse en ese migrante pobre y enfermo, es simplemente admirable. En una de las escenas dice que escribe para vengarse, pero quién lo haya leído sabe que la venganza no esta en lo que dice, sino en el acto mismo de la escritura. Reynaldo Arenas nunca dejó de ser libre, siempre fue consecuente con la belleza y se murió siendo un guajiro.
Dirección: Julián Schnabel
Guión: Cunningham O'Keefe, Lázaro Gómez Carriles, Julian Schnabel; basado en las memorias y otros libros de Reinaldo Arenas.
Actores: Javier Bardem , Olivier Martinez, Andrea Di Stefano Johnny Depp, Sean Penn, Michael Wincott, etc., etc.
USA 2001
 
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