Unas palabras...

septiembre 16, 2011

este mediodía sentada a la mesa de la cocina de mi nueva casa. Ahora vivo en la Karl- Marx-Str. Mi compañero de piso dice que es la mejor dirección de la ciudad y en esta semana de trancito, ya le creo. Le creo y me asusta. Entre los dos podemos construir una gran biblioteca de viejo, de eso no tengo dudas. Ya estamos en un paraíso que acumula polvo en las estanterías. Pero la verdad es que ni si quiera puedo imaginarme como va ha ser vivir otra vez con alguien. Hace cinco años que soy "Außenseiter", no sé como traducir esa palabra. La más cercana que en español por su significado se me ocurre es paria, sólo que en alemán no tiene necesariamente un connotación negativa. Quizá para entenderla en español sea imprescindible oír el cover de Lou Reed que hace Albert Pla: El lado bestia de la vida. Sin embargo ayer me sorprendí pensando que en la heladera debería haber comida para alguien, porque ha habido comida para mi todos los días y cervezas y cigarrillos y sospecho que alguien está mucho más loco que yo, porque además de ser muy generoso, antes de ayer me contó la trama de una novela que va a publicar en alemán próximamente y nos reímos mucho. Es hilarante la historia de la cabeza parlante de un poeta de una saga finlandesa, que se cuela en una novela de los años 30. Combina con la sensación surreal que tengo desde que he cambiado mis cuatro paredes por estas cuatro ventanas y nuestra casa va ha ser, como dicen los españoles: para descojonarse, mucho me temo.
Ahora por las tardes me inspiro con los culos del gimnasio del frente. Hombres de todos los tamaños a los que puedo ver hasta las rodillas, sudando. Alguien dice que también vienen mujeres, pero yo todavía no he visto a ninguna. Alguien me ha regalado en pocos días una cantidad considerable de libros. Yo sólo le he dado uno, porque no habla español y por lo general no tengo traducciones, pero el año pasado me robé con muy buen juicio la traducción de la novela de Juan Pablo Villalobos en la edición de Berenberg, no podía tener a mano un mejor regalo y casualmente le compré a la Niko en 2010 un póster limitado de todo el Capital impreso en una sola lámina, para leer con lupa, que pienso colgar en la cocina. Alguien opina que se va ha llenar de grasa y yo pienso que eso sería una suerte. Lo mismo opina mi ekeko que no para de fumar desde que ha encontrado su sitio en el dintel de la ventana. Muchas gracias a todos los que me dieron una mano... Sobre todo a Simón y por supuesto a Leo. El gran Leo, que con su sonrisa lo hizo todo mucho más fácil.

Subdesarrollo y felicidad

septiembre 04, 2011



Niza. Ya tres veces aquí
y siempre de paso en casi 15 años
de accidentes por Europa. Hoy una noche
de sábado caliente y la impresión de estar sentada
en la terraza de algún bar de Equipetrol.

Todavía tengo en la piel
el sol seco de mi casa.

La Provence y este tren que
llega con retraso para que
pueda pedirle un deseo a las estrellas
fugaces de la Costa Azul.
Seré vieja entre Avignion y Niza,
¿quién lo diría?

Mejor todavía,
voy a morirme entre los santos medievales
de las colinas, viendo los campos
cargados de duraznos,
la uva,
Este escenario paliativo al pago,
por lo menos una vez al año,
con la tortuga y la luciérnaga
persiguiendo lagartijas, en esta familia
paliativa. Una cooperativa para las
vacaciones de los niños que quiero.

Por eso la Pirata Verde y yo
dejamos nuestra ofrenda
en los rincones secretos
de Joucas y Gordes,
ahora lo comprendo,
sentada en una esquina fresca
del Boulevar de Gambetta.

Doña Luz acompaña el recorrido
de esta pequeña revolución de
caracoles y es el instinto el que llama a la
vendimia. El gen. En un idioma feliz y
sordomudo aprendemos a ser nómadas,
generación tras generación,
oyendo música,
superamos las barreras de los rumbos,
esas eventualidades que nos conmueven
en lenguas tan diferentes,
en ciudades tan distintas.
Nos miramos a los ojos y en el
alma suenan los erquis inmutables,
vuelven a la mente esos otros lugares
San Isidro, Sola, el Rincón de la Victoria.
Camargo, Villa Abecia,
esas otras colinas de la capital de la sonrisa
que llevamos en las venas, como
una infancia feliz y patapila,
con las mejillas a la brisa de la tarde.

Berlín Subtropical

agosto 14, 2011

caen lagrimones para espesar el verde,
por trechos con esa luz ambarina, que es
extranjera en estos parajes.
Una sorpresa de arco iris,
a 26 grados,
de cielos que se encapotan y revientan
con la furia del trópico,
varias veces al día.

La ciudad este verano a vuelto a
construirte catedrales.
Su naturaleza
destruye la organizada
monotonía de los parques,
se resiste a la autoridad
sobre la biología.

Canta Cerati:
sobre el techo, en la cúpula
y tu nombre escrito en las paredes,
se pierde bajo las florecitas
desubicadas,
que lo han tomado por asalto.

Londres, la propiedad privada y lo que vendrá...

agosto 10, 2011

Escucho en la radio las noticias que llegan desde Londres. El jefe de Scotland Yard habla de partes enfermas en una sociedad que se agrupa para saquear, romper y robar. La denuncia es que muchas personas, la mayoría jóvenes, colapsaron psiquicamente, al parecer no hay otra explicación. Hasta ahora el menor de los más de 600 detenidos en distintas ciudades inglesas, no tiene más de 11 años. ¿Hablamos sólamente de vandalismo pre puber y de adolescentes que, gracias a sus blakberrys, han podido ponerse de acuerdo para saquear centros comerciales, tiendas y supermercados? ¿De dónde viene esa enfermedad? ¿Por qué la policía tiene que amenazarlos con enjuiciarlos como adultos para que se queden en sus casas?
En Europa la crisis afecta directamente al estado de bienestar y lo que queda patente desde que se fueran los curas, los hippies y los punks, es esa ausencia de valores políticamente correcta, que es parte substancial de la educación de la mayoría de los jóvenes en este continente. No estamos hablando de gamberradas que la policía pueda controlar con balines de goma y lanza aguas. La frustración que expresa estos actos violentos és latente, tiene una directa relación con la falta de perspectivas y sobre todo con la imposibilidad de la mayoría de los jóvenes de acender en el futuro, aún el más remoto, de clase social. Supongo que por eso en el estudio más reciente de Adeco en España la mayoría de los chicos quiere ser futbolista. Si tenemos que hacerle caso a los analistas en la radio, de la encuesta publicada en los últimos días en ese país, la opción no tiene que ver tanto con el deporte como con el dinero. Son los nuevos gladiadores.
Aquí, como en el resto del mundo, vivimos viendo series americanas, pero la movilidad social en Europa ahora mismo es un cuento chino. Seguramente podamos contar con los dedos de las manos a los ilustres que han hecho el camino de lavaplatos a millonarios. Este no es el continente de las oportunidades y menos aún desde que a mediados de los noventa -en el caso de Inglaterra ya en los años 80 con Margaret Tacher- se decidiera por la economía de libre mercado a saco. Filósofos de la talla de Peter Sloterijk hablan incluso de post humanismo y la socidad actual, lejos de pensar que los seres humanos somos iguales, concentra todas sus energías en mantener las prerrogativas raciales y de clase de los que pueden heredar. La estética de la superficie es una falacia, no somos iguales porque vistamos igual. Los chicos roban en las tiendas, porque se prometen un mejor futuro a partir de la apariencia y no por necesidad. En mi opinión la urbanidad que caracteriza tal vez los últimos 50 años del viejo continente, tiende a descascararse debajo del oropel de la ropa de marca.
Una de las cosas que más me chocó de estudiar en la universidad alemana fue que, contrario a todos mis prejuicios, la mayoría de mis compañeros de clase venían de familias pudientes. Bien visto el sistema americano, con sus programas de becas y sus subvenciones para niños inteligentes, es mucho más igualitario. Más o menos la misma cantidad de jóvenes acceden a la educación superior de todos los colores. En Alemania al rededor del 30% de los jóvenes llegan a la Universidad. Los procesos de selección son tan duros desde el principio, que es muy difícil que un hijo de trabajadores, peor si es hijo de extranjeros, así por las buenas llegue a la Universidad. En mi generación y entre las personas que tienen estudios universitarios, incluidos aquellos que dicen de sí mismos ser de izquierda, uno de los insultos más frecuentes es: “prolet”, viene de proletario y si Marx hubiera podido prever este desarrollo lingüístico, a lo mejor habria escogido otro idioma para escribir sus textos. Hace 14 años que me escandalizo por eso y entre tanto pienso que, la diferencia principal con los Estados Unidos es que aquí los trabajadores pagan con sus impuestos, que los niños bien los insulten con un lenguaje exquisito y al hacerlo, se sientan respaldados por todo un sistema social, económico, gramatical.

Plegaria

junio 01, 2011

Mi abuela siempre ha sido una niña. Una niña hermosa, con los ojos negros como uvas y el cabello ligeramente ondulado. La semana pasada fui a la peluquería con una foto suya, para que rizaran el mío igual. No puedo asegurar cuales fueron los móviles. Pensaba en ella, si claro. Siempre pienso en ella cuando tengo que hacer algo importante, a lo largo de los 34 años de vida que tengo, he dejado de maldecir sus velas y parte de mi misma el pedirle que las encienda. Estoy convencida de que su devoción tiene las puertas abiertas en el cielo. Nada de lo que he hecho que tuviera su bendición no ha dado resultado, todo lo contrario. Su comunicación directa con los santos y con la Virgen, no ha hecho otra cosa más que beneficiarme. Al extremo que entre nosotras la discusión de si dios existe o no, después de muchos años de ensañamiento, ha perdido por completo su sentido. A mi dios me da igual, yo creo en mi abuela y en el amor que me ha dado siempre y a ella no le da igual, pero yo creo que vive tranquila desde que está segura de que con fe o sin ella, de todas formas mi educación permanece inalterable.
Sé desde hace un par de días que está inconsciente y hospitalizada y el pecho se me rompe. Vuelvo a sentirme como una niña. No soporto la posibilidad de que deje de estar ahí para mi, aunque sea hipotéticamente. Necesito saber que puedo alzar el teléfono y escuchar su voz, porque si no está se habrá terminado de romper lo que me une al lugar del que vengo. Mi tierra es sobre todo mi abuela y los juegos que jugábamos. Sus roperos enormes llenos de disfraces y caramelos, sus flores, su colección de botones. Sus tangos, sus cuecas y su amor por las fiestas. He aprendido a bailar swing con mi abuela y se por ella, que mi vida no es sobreentendida en el lugar del que vengo. Gracias a ella he aprendido a valorar mi suerte. La suerte de haber tenido siempre que comer y que vestir, la enorme suerte de haber crecido en una casa con libros y fue ella la que nos educó en la responsabilidad de usar esos beneficios para construir un país. Cuando yo era niña, mi abuela pensaba en grande y se refería en esos términos. Tal vez porque la revolución del 52 mermó a su familia hasta desmembrarla y dejarla sin un peso, tal vez porque su abuelo había sido contralor de la República, como ella dice con tanto orgullo o porque es huérfana de la Guerra del Chaco. ¡Quién sabe!
Mi abuela y yo nos conocemos desde que ella tenía 46 años. Mi primo y yo tuvimos la oportunidad de verla trabajando. Necesité igual 30 años de mi vida para darme cuenta de lo anormal que es, con o sin fe y no importa donde sea, que mi abuela fuera independiente, asalariada, trabajadora, una mujer emancipada de su tiempo. Mucho más moderna que muchas madres de amigos e incluso que muchas amigas. Cuando veo las fotos que tengo de su vida, como mujer me lleno de orgullo. Reconozco a una compañera, se que mi abuela es mi amiga y ahora soy yo la que enciende las velas. Doña Gladys se tiene que despertar y tiene que volver a ser la que era. En Berlín empiezo a recordar como se reza... se tiene que levantar.

El español y los movientos sociales

mayo 20, 2011

“La noticia más importante del día de hoy es la ocupación de la plaza en la Puerta del Sol. Esta noche el 15-M llama a una demostración en silencio” dice la radio española, que es la que escucho varias horas al día. Si algo tenían en común mis ex, además de hablar español y de ser inmigrantes, era su fascinación por las noticias y su pasión por los problemas que se cernían sobre sus respectivos países.
Sin haber vivido nunca en España, siento que mi relación con el país es muy intima, tanto como para haber conocido, como cualquier aborigen, a García Montero en la cama o para poder tararear una canción de Loquillo. Nada puedo hacer contra el sentimiento de propiedad que me despiertan los lirios del campo andaluz en el invierno, de ahí que como hacen los alemanes con sus países fetiche, no pueda dejar de consumir información y cultura, sin embargo nunca he podido hacerme a la idea de vivir ahí. El nacionalismo acomplejado que rodea cada vez más a lo español, me parece incomprensible. Hay una necesidad tan apremiante de ser reconocido como centro europeo que las réplicas de los personajes de Friends, la serie americana, inundan las calles de Berlín. ¿Quién ha dicho que lo europeo es anglosajón? ¿Quién?
Los españoles en mi barrio muchas veces son tan evidentes, tan modernillos, tan nuevos ricos o möchte gerne ricos, que dan risa y empiezo a darle la razón a los alemanes, cuando burlándose de la avalancha de nuevos Gast Arbeiter que nos asola, proponen poner una tranca. Que entren al barrio sólo la misma cantidad de españoles que salen, porque sino dejamos de ser multiculturales y dado que la izquierda alternativa es al menos en teoría internacionalista, nuestros héroes siguen siendo los partisanos, en realidad los españoles que mejor nos caen son los que pertenecen también en España a las distintas minorías étnicas del lugar. He pasado buena parte de mi juventud yendo a fiestas de solidaridad con el País Vasco y supongo que no es casualidad que durante los estudios mis mejores amigos fueran catalanistas. Esa es la consecuencia de haber limado mis prejuicios en la universidad alemana.
Antes de llegar aquí, pensaba que todos los españoles eran franquistas, entre otras cosas porque sus usos y sus maneras se correspondían claramente con aquellos en los que pretende vivir, la que yo considero que es, la parte más rancia de mi propia sociedad. Sin mencionar que por entonces, para mi los buenos, los que habían podido sobrevivir, se habían ido. Hasta Buñuel llegó a México, en México nuestro idioma tuvo su 68, fue en México dónde por primera vez se edito a Sartre, en México escribió Bolaño su manifiesto infrarealista y fue ahí donde se conocieron Fidel y el Che. Era donde Trozki se fue al exilio. Si a los 18 años yo hubiera tenido dinero, me habría ido a estudiar a la UNAM y la fascinación con México, es algo que comparto con algunos poetas alemanes que más me gustan. De ahí, supongo yo que me parezca incomprensible que un país se adjudique mi idioma y/o las ideas que se han gestado en mi idioma. Porque mi idioma desde hace mucho es el esperanto natural del mundo y nada puede asociarlo a la península, más de lo que puede asociarlo a las islas del caribe o a los picos de los Andes o a las calles de París, Queens o Waschington DC. A más tardar después de Lezama Lima, Cesar Vallejo o Alejandra Pizarnik, el español y la mixtura de culturas que lleva consigo es mucho más grande y poderosa que un sólo país. En la discusión de si el idioma debe llamarse castellano o español, yo siempre me decanto por la última palabra. Estoy convencida de que la referencia al antiguo Estado colonial, es la que mejor define la lengua que yo hablo, en su registro. Un menjunje entre castellano, catalán, vasco, gallego, aymara, quechua y otras lenguas nativas. Una ensalada que respeta esa gramática simple y antigua, con la que fue inculcada hasta la sangre la palabra de Dios, también en la península. No fue casualidad que se unificara la lengua el mismo año en qué se descubrió América. Ese era su destino, convertirse en el idioma de la República, en el instrumento de La Raza Cósmica, como la describe José Vasconcelos ya en 1925.
Si el inglés es el idioma de la libertad, después de la independencia de los Estados Unidos, el español es el idioma del ciudadano. Representa a una cultura educada en la convivencia, obligada a la convivencia por razones de fuerza mayor. Esa es la herencia que me han dejado mis mayores. Eso es lo que ha demostrado la resistencia civil a las dictaduras en nuestros países, las movilizaciones sociales de los piqueteros en la Argentina, las movilizaciones de las distintas asociaciones de pueblos indígenas -ya que incluso entre ellos la lengua franca es es el español- y sindicales a lo largo de los años ochenta y noventa, las revoluciones democráticas que han tenido lugar en distintos países latinoamericanos en los últimos diez años. El 15-M es hoy por hoy, al igual que la sociedad organizada que en México está tratando de llevar otra vez paz a las calles, una expresión de nuestra cultura y la Europa actual en eso no juega realmente un papel, si acaso puede aprender de lo “latino”, de lo “hispano”, si lo latino da el paso de asumirse y reconocer sus actos. Su peso. Las consecuencias tambien afortunadas de su interdependencia. Somos cuatrocientos millones de personas y creciendo y nuestro idioma después del inglés, es el que más se aprende en el mundo.
Apoyar presencialmente la demostración de mañana en Berlín en respaldo a las movilizaciones sociales que están teniendo lugar en distintas ciudades españolas, es también compartir con la sociedad civil alemana, algo que en nuestro idioma, por experiencia, sabemos hace tiempo. El sistema neoliberal, ese que a nosotros nos obligó a asumir el FMI en los años noventa a dos mil, con la liberalización de la economía y la privatización de los servicios básicos y que ahora pretende terminar de imponerse aquí, es indigno. Va en contra de nuestros principios y de una convivencia pacífica. Si la gente tiene que comer y es feliz, no es necesaria tanta policía.
La nueva Europa si es algo, es torpe y usurera en su parodia políticamente correcta de una soup opera americana. Los votantes de la CDU y del PP, de la SPD y del PSOE son inconfundibles y precisan para ratificarse, la construcción de un sentimiento de pertenencia excluyente, tan excluyente que excluye a sus propios ciudadanos, que están cada vez más lejos de una democracia real. Criticar el sistema, significa en primera línea poner en tela de juicio, aquello que no representa ni si quiera a mi cultura y estamos onligados a vivir a diario. ¿Y si como emigrante hispanohablante, también en Alemania, una España cañi fuera lo que yo necesito para poder desarrollarme como ciudadano?
Con el paso de los años, entre los que efectivamente vivimos en Berlín y hablamos espanñol, el país de origen es una anécdota, tenemos muchas otras cosas en común, tanto más importantes y además: ¿Qué sociedad se puede construir con clones que chapurrean en inglés?
De momento no hay un sueño europeo, los complejos abundan y aunque yo no sea nadie para decirlo, mi deseo es que el domingo en Madrid, por una vez gane Izquierda Unida. Sino es porque ellos puedan hacerlo mejor, al menos como voto castigo y para romper con el modelo Bipartidista. ¡Mucha suerte!

Esperar

mayo 09, 2011


Esperar no es tan terrible como morir,
lo sé, pero es un más dañino,
asfixia la vida.
Los periódicos son como la literatura
de los colegas, todos utilizan
el mismo diccionario. El cine
me aburre, debo llamar a la pastoral
o al servicio meteorológico.
Qué dice el horóscopo? Pero todavía
no conozco tu signo del zodiaco y creo
mientras tanto, sólo en el momento
de verte. Quizá la tierra decida esta noche
nuestro final y los lobos lloren con
los corderos y un ángel picado de viruela
ocupe el lugar de dios
y sople el ultimo blues,
quizá seas la última mujer,
quizá sólo nos sueño,
quizá el amor sea sólo una ocurrencia,
para acortar la espera, quizá
el alma sea sólo una estación
y si perdemos la vida,
esperamos simplemente el siguiente tren,
la muerte. Pero esto no está ni aquí
ni allá: escucho tus pasos
en la calle, escucho la calle,
cómo tiembla, yo también tiemblo, me paro
junto a la puerta y abro la puerta y la casa
se incendia y tu atraviesas las llamas
hacia mi,
me quemo.

*Tílulo original: Warten (Munich, 13.7.1979) en "Gedichte aus dem Nachlaß", Trotzki, Goethe und das Glück - Gesammelte Gedichte und Songtexte, Diogenes, 2009.

Hübsche Ärsche!

abril 18, 2011



Ist das ein Vogel oder ein Flugzeug, vielleicht ein LKW der BSR… Nein, Los Superdemokraticos sind hier mit ihren ultimativen, getränkten Papierstückchen für die Bewusstseinserweiterung aller unserer frei-willigen Konsumenten.

Wir nennen uns kurz: LSD, und mit maßgeschnittener Drogenherstellung und Drogenhandel haben wir eine Nische im Markt entdeckt. Wir nennen das: intellektuelles Fairtrade!
Wir gehören eine Gemeinschaft von Wild...en Lesern, Literatur-Aktivisten, politischen Subjekten an, weltweit…
Menschen die denken, dass man vor allem über das freie Lesen und den Kulturkonsum Demokratie bauen und nachhaltig machen kann. Weil Menschen überall die wichtigste Ressource sind. Von Facebook bis auf unserem Blog, von Mexiko über Venezuela, Deutschland, Irak oder Israel... aus mehr als zwölf Ländern rufen wir in unseren zwei Sprachen sehr laut:
„Heiße Texte! Internationale Newcomer! Krasse Rhythmen! Verbalterroristen! Hübsche Ärsche!
Wilde Subjekte!" Und jetzt ihr: „Wil-de Sub-jekte!“

Schrei mit uns, am liebsten persönlich am Dienstag, 26.04., ab 20.30 Uhr im Monarch, Skalitzer Str 134.: Lesung mit Nora Bossong, René Hamann, Pedro Alexander Bravo, Rery Maldonado und Nikola Richter. Danach psychedelische Disko mit den DJs Yungas (Funk, latino Grove) und Koalblao (psychodelic wildstyle - http://www.myspace.com/koalblao).

Willkommen auf unserer Verbrecher Versammlung!
Eintritt 4 Euro.

lo que me hubiera gustado decirle hoy a alguien que me entienda...

abril 14, 2011

"soy boliviana en Berlín, o sea extra comunitaria, en un momento en el que ser inmigrante es lo más cerca que se está de ser/ estar haciendo algo ilegal, si uno camina por la calle, es negrita, no tiene plata y es propietaria de un pasaporte hecho a mano. Te dan unas paranoias: 25.000 personas acaban de cruzar el charco y yo parezco de cualquier parte. Una de las principales fuentes de ingreso y de las más efectivas que tiene mi país son las remesas que mandan los inmigrantes, también desde aquí. Así que: si mi embajada no sirve de nada... que se la ahorren! Que inviertan la plata en el Bono Juancito Pinto o que de una vez se respete la carrera diplomática o por lo menos, ya de última, se escoja consecuentemente a gente que efectivamente pueda servir al país y a los ciudadanos del país. Eso para mi sería revolucionario!
Buuu... el partido me la suda! Quiero una revolución sin Führer, que necesite tenerla más grande... Un Movimiento sin Miedo (www.msm.bo)... y a la mierda!"

Soy una rebelde en Bengasi!

marzo 23, 2011


A los 16 años terminé en un colegio de quinta en el centro de la ciudad de La Paz y me pasó una cosa muy extraña. En realidad nos pasó a todos los que nos encontramos en el San Patricio el 93. No sé si alguien más se acuerda, pero ahí estaba el profesor de historia. Ya no sé su nombre, tampoco puedo decir que me haya caído particularmente bien. Era un señor gordo y bajito, muy blanco, que se ponía rojo hasta el morado y de vez en cuando tenía ataques de gritos.
Nunca olvidare su introducción a la geopolítica a partir de la guerra de Yom Kipur. Quizá porque era la primera vez que en la escuela me hablaban de países tan lejanos, aunque lo más probable es que lo que me haya marcado fuera que, la misma persona que afirmaba no creer en dios, incluyera en su análisis de cuadros una tabla de verdad tan implacable. Casi fanática, que yo sólo conocía de los curas. Así había resuelto él ideológicamente su posición moral frente al ejercicio de la violencia. Porque en su opinión, era fundamental que a partir de la propia conciencia se respondiera a la necesidad de decidir sobre la vida de los otros. En el fondo en eso consistía ser de derecha o de izquierda y tarde o temprano la historia siempre nos pone ante la disyuntiva de tener que decidir. Entonces hay que tener una opinión y ser valientes.
Recién ahora soy consciente de que esa fue mi modesta introducción a Sartre y personalmente no creo que sea posible abrazar ninguna corriente coerentemente, sin elaborar una tabla de verdad consecuente con nuestra conciencia. Libertad, igualdad, fraternidad esas siguen siendo las palabras que mejor definen la conciencia colectiva de la comunidad imaginara a la que pertenezco y que aspira, según yo entiendo, a que se juzgue con ecuanimidad. Eso es para mi ser de izquierda en pleno siglo XXI. Para mi la revolución consiste en crear un marco legal que se respete y que garantice una convivencia armoniosa. Toda ideología incluye una doctrina. Una armazón que la va refiriendo a sus antecesoras, hasta el principio de los tiempos. Yo creo en la justicia y en el derecho a la vida y a la autodeterminación del sujeto.
¿Por eso soy de izquierda? Si, yo creo que sí. Porque a estas alturas por encima de mi fe en el sujeto, no hay ni un dios ni una patria ni un sexo ni chinga su madre. Soy de izquierda porque creo que el ser humano es libre y que su dignidad es inalienable y pienso que el bienestar de las personas en general, debe ser más importante que los beneficios individuales. Así pués, justifico el uso de la violencia en determinadas ocasiones, porque soy capaz de reconocer en el tiempo, que hay luchas que sólo pueden ganarse con las armas y creo como Sartre que, más allá de que las ideas que acompañan muchas de las decisiones de instituciones como las Naciones Unidas sean imperialistas, osea más allá de que sean capitalistas, ejemonistas y burguesas, las intenciones con las que fueron creadas dichas instituciones no son asesinas. Todo lo contrario, surgen de la necesidad de organizar al mundo frente a la amenaza del nazismo. Al menos en teoría y aunque desde su fundación la ONU no haya sido todo lo eficaz que debiera, quiero creer que la Guerra de Irak de 2003 también aquí marcó un hito.
Quiero creer que fue el principio de un cambio del orden en el mundo, de un giro importante en la historia de la administración de la sociedad de naciones. La razón por la que un Barak Obama es posible, fue porque un Busch Jr marchó contra Sadam, en contra del propio pueblo irakí y sin el respaldo de las Naciones Unidas. La Guerra de Irak fue producto del abuso de poder y según las leyes internacionales y los convenios que han firmado 192 naciones en el mundo, es posible que algún día Georg Busch Jr tenga que enfrentarse a un tribunal internacional.
Aunque suene anecdotico, podemos juzgarlo. Al menos hemos conseguido un marco de referencia, que nos permite decidir en común sobre lo que consideramos que es justo. De nosotros depende exigir que se cumplan las leyes. A eso debería aspirar el arbitraje y es precisamente eso lo que intenta conseguir el escudo aéreo sobre Libia. No invadir el país.
Según yo entiendo, la izquierda debería luchar para que se establezcan condiciones justas y claras de convivencia entre las personas. La verdadera revolución es dejar de defender las prerrogativas económicas de los fuertes y apoyar en cambio la libertad de la gente. Un gobierno que tiene que atacar a su propia población con el ejercito para sostenerse en el poder, no es es un gobierno legítimo y yo no entiendo a la izquierda occidental actualmente. En realidad empiezo a preguntarme si soy de izquierda realmente.
Me siento más bien como una extraterrestre y la idea de que el socialismo del siglo XXI esté dispuesto a darle asilo político a Gaddafi, hace que se me paren los pelos de punta. Porque para mi es igual a declarar abiertamente su adhesión al totalitarismo. No es más que un gesto simbólico de respeto a la verticalidad, a la brutalidad, a la intrancigencia que conocemos los pueblos latinoamericanos de los milicos. Sólo Pinochet fue capaz de soltar a los aviones contra su propia gente y quién entiende a Izquierda Unida en España o la reacción en Alemania. Quién entiende a todos los intelectuales que estuvieron viendo las fotos del desastre del Japón mientras llegaban los sicarios a Libia, pensando exclusivamente en su futuro artificialmente ecológico a 200 años plazo. ¿Cuántos muertos puede soportar la voluntad humana?
En Europa sabemos que en Libia, Gaddafi está asesinando a su gente. El Mediterráneo es un pañuelo. Las patrullas navales de la Unión Europea hacen horas extras en las costas italianas hace meses. Quiero que alguien me explique en este momento: ¿cuál es la diferencia entre un inmigrante ilegal y un refugiado de guerra? Porque no la entiendo y no entiendo a la izquierda alemana. Es esquizofrénica o liviana o demasiado concienciada con el medio ambiente, tanto que es incapaz de reaccionar ahora, en este instante ante la barbarie, como si no conociera su propia historia. En Berlín le doy la razón a Joschka Fischer, líder histórico de los verdes, que dijo ayer lo que deberían haber dicho todos los que se dicen así mismos de izquierda, más allá de los matices ideológicos: „No es posible festejar la revolución egipcia y abstenerse en Libia“. ¿Cuantos muertos puede soportar la voluntad humana?
A veces cuando en Berlín, sentada en mi cocina escucho las noticias de mi país, siento miedo. Al menos por la angustia que me transmiten las voces en la radio, a veces pienso que es posible que llegue el momento en el que seamos capaces de romper el pacto tácito que nos mantiene unidos a pesar de todas nuestras diferencias. Entonces dudo más que nunca si soy, como yo considero, efectivamente una boliviana de izquierda. Ya que la verdad es que si las cosas se ponen feas, yo sería la primera en pedir que nos intervengan, que nos detengan, que nos impidan hacernos daño mutuamente. En realidad el principal problema ético que tengo con el gobierno revolucionario del MAS en Bolivia es que en mi opinión, no garantiza ni quiere garantizar condiciones legales claras de convivencia, prefiere el uso de la autoridad, y yo creo en el cambio si, pero ante la primera evidencia del asesinato, espero que las personas que creen efectivamente en la igualdad entre los seres humanos, estén dispuestas a matar si es necesario, por conseguir que se mantenga la democracia y se respeten los derechos humanos de todos los ciudadanos.
Frente al totalitarismo y a la brutalidad, ahora sólo puedo decir lo que pienso de los milicos en los años setenta en mi país o lo que siento cuando leo sobre los nazis, los facistas: ¡Nunca más! Mi solidaridad sigue estando del lado de los que luchan por la libertad. Soy una rebelde en Bengasi y ¡Gaddafi no pasara! Para mi eso es La Internacional, sino la izquierda como una alternativa global pierde por completo su sentido.

Imagen extraida de:http://www.terra.com.co/noticias/articulo/html/acu40624-miles-de-personas-huyen-de-bengasi-bastion-rebelde-en-libia.htm

Nicotina

febrero 19, 2011

Quiero fumar y esta no es una apología al humo, sino un acto silvestre de independencia. Un derecho, como la masturbación. Quiero fumarme un pitillo tomando un espresso después de comer, en un lugar caliente. Quiero fumarme un cigarrillo caminando por el parque, viendo las vidrieras en la calle, bebiendo una birra en un club.  Después de hacer el amor, mientras acaricio la espalda de mi amante o cuando lo veo dormir y el silencio de su rostro plácido y sofocado, convierte la braza y las volutas ascendentes en ternura. 
No podría amar a un hombre que no me dejara fumar, aunque solo fuera de vez en cuando en la cama. Seguramente lo primero que haré antes que nada, si alguna vez me entero que seré madre, sera encender un cigarrillo como mi hermana. El último antes de una larga pausa y luego, como mi madre volveré a fumar apenas vuelva al trabajo y no quiero dejar de fumar antes de dormir, cuando leo las últimas hojas de un libro especial. De uno de esos que te quitan el sueño y que con los años son cada vez más escasos.
Quiero fumar como mi abuelo, sentada al escritorio y frente a la máquina de escribir mientras aguante,  sosteniendo el pucho en la comisura de los labios y algún día tener los dedos realmente amarillos. Que las yemas sean como el papel viejo y mi cuerpo envejezca naturalmente. Morirme a los seteintaipico, en pleno uso de mis facultades mentales, después de haber escogido con atención cada día a dónde me llevan mis actos.
El suicidio literal, como acto y como idea, y ese otro mesurado, que abrazamos cotidianamente en nuestros hábitos, son lo que nos hacen ser independientes de dios. Saber que voy a morir y decidir libremente como quiero hacerlo, me hace un individuo libre y soberano que vive en el paraíso, independientemente del país. El protofacismo bio-politicamente correcto es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos.

se haceptan sugerencias...

febrero 15, 2011

Llevo cosa de una semana levantándome temprano por las mañanas. Ahora desayuno y he empezado a pintar mi casa de colores. Vivo en este depto desde 2006 y la verdad es que nunca pensé que me quedaría a vivir aquí. Siempre lo he sentido como un lugar de paso.
Al principio lo reconocía específicamente como un lugar de tránsito. De purga, una especie de celda. Sólo me traje los libros y el ordenador y por lo menos el primer mes, dormí en un colchón en el pasillo. Aunque el departamento no tiene pasillo, es una casa chorizo en los traspatios de mi barrio.  La puerta de la escalera común, se abre directamente a la intimidad de la cocina, al impudor de los platos sucios. Luego está el cuarto de trabajo, sala de estar, sala de música y al final del todo: el nicho. Un dormitorio frío, oscuro y angosto.  Recién cuando llegaron lo muebles se volvió un hotel. Impersonal, por que creo que no he escogido una sola de las cosas que están aquí. Con colores neutro y el gusto mínimo.
Hace un par de días un amigo que nunca he visto, me contó que en 2010 se ha mudado de casa siete veces.  Sonreí y me acordé de 2006. No nos conocemos tanto, como para que le pregunte por sus males de amores, pero tiene toda la pinta de que los tiros van por ahí. Como nunca, las tres o cuatro líneas que me enviaba eran personales, hablaban de hábitos, tenían un regustito de amistad. Ese día tuve muchas ganas de llegar a México, el país al que supongo que yo me hubiera ido a vivir si Alemania y este hotel no se hubieran interpuesto. Estoy aburrida de comer Pollos Santos sola, aquí nadie en su sano juicio se mete esa inyección de calorías.  Sólo los turcos, los árabes, mi amigo iraquí. Sin él, los inviernos serían mucho más tristes.
O sin la Doña y la Doña también quiere ir a México, nosotr@s queremos ir a México, hacer nuestra propia comitiva de embajadores de Kreuzberg, que es así más cool en alemán, bien surtidito y con los años el “Hotel” bar es uno de mis boliches favoritos y cada vez tengo más libros y las estanterías rebalsan y me ahogo en todas las cosas que han caído a mis cuatro paredes y de golpe reaparecen esas  ganas locas de vivir en un lugar con más luz. De ocupar definitivamente el espacio.
Eso aquí significa que una esté dispuesta a hacerlo con sus propias manos. Los departamentos baratos, son baratos, porque habitarlos significa una verdadera inversión de energía, dinero y trabajo. Una tiene que renovarlos enteros. Pintarlos, pensar en la luz, en la disposición de los muebles, en el color del piso, en liberarse del caos, sola o con los amigos. La intensidad y escasez del luz te obliga a pensar tanto. Pero eso ya lo tengo asumido y el depto puede convertirse en un barco. En un Raumschiff, que es la palabra más bonita para nave espacial que yo conozca. Traducida literalmente significa barco del espacio.
En estos trece años he aprendido a enyesar las paredes, a pintarlas, a mejorar los techos, a colocar las repisas, a arreglar los suelos. Desde hace un par de días construyo una casa de colores mexicana, ya tengo puertas azules y le busco un nombre.

"jedem Abend ein Gedicht"

febrero 05, 2011

Der 27 Juli letztes Jahres war ein Dienstag. An einem Tag wie diesem kam ich vor dreizehn Jahren in Berlin an. Es war im Sommer und ich dachte in 2010 alle Monate daran. Inzwischen ist es ein wahrer Jahrestag geworden, der Tag meiner Heiligen nach Tradition der Spanier, die ihre Kinder nach der Heiligen nennen, an deren Tag sie geboren werden. Ich suche in Google und finde 22 Möglichkeiten. Wenn ich gläubig wäre, müsste ich mir als Namen ein Pseudonym wie Antusa, Bartolda oder Celestina einfallen lassen. Wobei der offizielle Name ist Pantaleon, ein Märtyrer aus dem dreizehnten Jahrhundert. Der Name ist griechisch und bedeutet: "der mann, der über alles herrscht, was geschrieben steht". Es geht darum und warum denn dann nicht: Rery Pantaleona, die bin ich und fange an zu erzählen.

Das erste Mal, als ich eine kurze Erzählung von Borges las, war ich 18. Ich habe noch das Buch, oder die Bücher: Zwei Bände mit den gesamten Ausgaben, vom EMECE in Mexico 1989 veröffentlicht. Ich liebe diese Bücher und seit dem ich sie habe, schleppe ich sie überall hin mit. Ich habe sie nie geliehen und wenn ich mich auf die Flucht mache, sind sie die ersten Objekte, die in meinem Rucksack Platz nehmen. Sie sind mein kostbarstes Eigentum und mir so nah, dass wenn ich nicht mehr weiß, wo oben und unten ist und ich dringend nach Hause zurück müsste, weil ein sicherer Spiegel Not täte, es meistens reicht zum Buchregal zu gehen. Ohne Georgie hätte Pantaleona nie existiert. Meine Odyssee wurde im "Spiegel des Rätsels" erdacht und hat sich als bescheidender Remix von Gullivers Reisen mit einer Dosis schwarze Humor und einem Hauch von Krimi entsponnen.

An 2010 beunruhigte mich, dass es eine runde Zahl ist: Wirkungsstark - der Schluss des ersten Jahrzehnts des XXI Jahrhunderts. Ich habe diese Befürchtung: Ab dieses Jahr wird meine Geschichte endgültig eine des letzten Jahrhunderts sein, daher mache ich den Schritt es mit Deutsch zu versuchen. Jedes Mal, wenn ich den Blick über meiner Tastatur erhebe, sehe ich den Band "Bolivien in seinem ersten Jahrhundert Unabhängigkeit", den ich besitze. An der Größe des Buches und wegen seines Gewichtes merkt man den Verfolgungswahn einer Gesellschaft in den 25 Minuten ihrer Glanzzeit. Es ist in den wenigen Jahren entstanden, die Bolivien als Großmacht in Südamerika galt. Es ist der Crash des Hochmuts der Grille jener, die an Zivilisation wie im Westen glaubten, kartoniert in handgearbeitetem Leder und gedruckt auf das beste Papier. Ich habe das Buch seit 2005: Eines von tausend Exemplaren. Die stolze Besitzerin dieses fünf Kilo schweren Teils der Geschichte zu sein, hat mich in Laufe der Zeit zu einer prekären Sesshaftigkeit gezwungen. Seit 2008 ist mein Ziel, nicht mehr als einen Kubikmeter Eigentum zu haben. Das mindest Notwendige bei einem Umzug per Schiff und die 400 Euro, die ich immer geliehen bekommen werde.

Nach der Kabbala addiert und subtrahiert - ich bin längst keine Expertin -war 2010 ein Jahr der Zwölf: Das heißt von Apostolat und Verbreitung. Die Nummer Dreizehn an sich - all die Jahre, die ich in Deutschland bin - bedeutet ein Jahr von Tod und Wiedergeburt, von tief greifender Verwandlung und Umwandlung. Sie entspricht auch der Anzahl der eingeladenen Gäste im Abendmahl. Ich bin letzten Dezember 33 Jahre alt geworden, wahrscheinlich habe ich alle diese Verbindungen festgestellt, weil eine Verrückte den Papst am Heiligabend vorletzten Jahres gestürzt hat. Am 25. Dezember 2009 verkauften alle Zeitungsständer in Madrid diese Nachrichten neben einer billigen Ausgabe von "Die permanente Revolution" von Trotzki.

Ich bin geboren in einem Jahr der Neun, der Nummer, die über die neunte Sphäre regiert, der des Sexes und sexuellen Verwandlung. Ich nutze meinem Schnurrbart seit Mitte 2009, noch bevor ich das wusste. Das Buch, an dem ich seit zwei Jahren arbeite, beschäftigt sich genau mit diesem Thema. Ich versuche dabei ein Selbstportrait: Die Frau hinter der Frau, die eine andere Frau träumte und warum viele Bücher, die man als männliche Literatur bezeichnen könnte, so wichtig für die Wahrnehmung meiner Menschenrechte sind. Ich bin ein leichtes Mädchen, in viele Hinsichten und ich habe 2007 angefangen, an dem Buch zu arbeiten, auch ein Jahr der Neun, als ich als Aufpasser einer Kunstausstellung am Potsdamer Platz arbeitete. Es handelte sich um einen heimtückischen Sonderverkauf von einer sehr renommierten Kunstgalerie. Ihre Hauptattraktion waren Arbeiten der erotischen Werke von Georg Grosz. Wir arbeiteten in 12-stündigen Schichten. Es gab zwei Sorten von Arbeitern: Die brotlosen Künstler und die Bodybuilder, die sich um die Sicherheit zu kümmern hatten, aber vor allem darum, die Anderen zu foltern. Das war auch im Sommer, der Blick hing über Stunden an einem Bild, alle Bilder gehörten zum Expressionismus, der Schwerpunkt waren die Jahren zwischen den Kriegen und späte Arbeiten mancher Überlebender. Viel Schmerz und Ironie, Sarkasmus, Sadismus und Schönheit. In der Pausen war die einzige stille Ecke unten ein Wachturm der DDR, von Touristen verlassen , in der Ema- Berger- Str. Dort habe ich Bataille kennen gelernt, dort habe ich Bakunin und Sartre gelesen und da traf ich auch auf Jörg Fauser, dann hat es bei mir angefangen mit dem Fieber und der Kraft, nur von "jedem Abend ein Gedicht" zu leben und irgendwie war da auf einmal tiefer Frieden mit Deutschland. Viele der Ideen, die den letzten 27. Juli begleiteten, nahmen dort endgültig Form an. Als hätte ich dabei meine Staatsangehörigkeit mühsam ergattert und wäre mein falsches Deutsch jetzt Bestandteil meiner Haut, ein Teil des Schicksals, genau wie bei allen anderen Arbeitern - Inländern und Ausländern - damals um mich: Ein seltsam zeitloses, ein ortloses Gefühl.

Dieses 2010 von Tod und Verwandlung hat mir bestätigt, dass die wahre Revolution nur individuell sein kann. Vielleicht sind deswegen die zwei großen politischen Attentate, die sich unsere Kultur seit 2009 erlaubt hat, von psychisch Kranken verübt worden. Das blutende Gesicht von Berlusconi kann man nur als surrealistisch bezeichnen. Es gab Zeiten, in denen, was wir heute als verrückt bezeichnen würden, anders wahrgenommen wurde. Wissenschaft ist nur eine Gattung mehr der Fiktion, wie Borges sagt und Verrückte sind nur diejenigen, die ihr eigenes Leben nie in Frage stellen, die wortlos eine soziale Schicht annehmen und ihrer Erziehung blind folgen: Diejenigen, die bequeme Texte schreiben über ihr eigenes bequemes Dasein.

Nein ich wollte nie so ein barockes Leben führen, ich habe eine Vorliebe für Matrosentexte und verrauchte Kneipen, für reißende Romanen, wie die von Joseph Conrad, Schicksal bestimmende Ereignisse und Epen, ich liebe Mythen und die Abenteuer von El Corto Maltes, wahrscheinlich nichts Anderes, als das Übliche in der transkulturellen Fiktion, nach der ich mich bewege, wo das politisch Korrekte ständig an seine Grenzen stößt und sich tagtäglich die Sprache ändert. Von Borges weiß ich, dass Alles einen heimlichen Grund des Daseins hat: Mystisch und oft umfassend. Man schreibt, weil man es machen muss. Ohne wenn und aber und ohne eine goldene Zukunft. Meine Heimat ist in erster Linie die meines natürlich entstandenen Glaubens, ziemlich egal in welcher Sprache.

bei lauter niemand

un punto equidistante

Llevo más de un mes sin escribir nada, prácticamente sin decir palabra. Volver ha sido mucho más lento de lo que era, me hago mayor. A pesar de mis escapadas, la verdad es que cada día estoy más vieja y lentamente se me acaban las ganas de escaparme. Suena patético, quizá se deba al invierno y en menos de dos meses estaré de vuelta bajo la fiebre de los castaños, gozando del verano sin preocuparme por la inmortalidad del cangrejo, aunque no creo...
esta vez si que volver no ha sido fácil. Estar allá tampoco ha sido fácil y las ganas de buscar un lugar tranquilo bajo el sol, donde escribir poemas y tomar cerveza sin preocuparse por nada sea lo natural, es cada vez más apremiante. Esa „felicidad burguesa“ e irrealizable.
La orilla del canal sigue siendo lo más parecido al paraíso cuando no la cubre el hielo.
 
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