Sincronicidad...

septiembre 08, 2012


 Volver a empezar... casi dejo este blog. Estuve a punto de irme a otro domein y olvidarlo para siempre. Hace prácticamente un año que no posteo nada en este espacio y ni si quiera sé si me sigue gustando la planilla, el nombre, todo lo que lo rodea.

Eso si,  he decidido que no sólo lo retomo, voy a usarlo de verdad y todos los días voy ha escribir un post. Hasta el 21 de diciembre... el countdown hasta que amanezca el quinto sol y no, no voy a ponerme esotérica.
Los mayas sólo son una escusa, la piedra fundamental a partir de la que se delata esta sincronicidad que aparentemente se ha apoderado del mundo, al extremo de llevarme a buscar un sustantivo que pueda definirla y existe, joder que existe. Hoy empiezo a leer a Jung.

Unas palabras...

septiembre 16, 2011

este mediodía sentada a la mesa de la cocina de mi nueva casa. Ahora vivo en la Karl- Marx-Str. Mi compañero de piso dice que es la mejor dirección de la ciudad y en esta semana de trancito, ya le creo. Le creo y me asusta. Entre los dos podemos construir una gran biblioteca de viejo, de eso no tengo dudas. Ya estamos en un paraíso que acumula polvo en las estanterías. Pero la verdad es que ni si quiera puedo imaginarme como va ha ser vivir otra vez con alguien. Hace cinco años que soy "Außenseiter", no sé como traducir esa palabra. La más cercana que en español por su significado se me ocurre es paria, sólo que en alemán no tiene necesariamente un connotación negativa. Quizá para entenderla en español sea imprescindible oír el cover de Lou Reed que hace Albert Pla: El lado bestia de la vida. Sin embargo ayer me sorprendí pensando que en la heladera debería haber comida para alguien, porque ha habido comida para mi todos los días y cervezas y cigarrillos y sospecho que alguien está mucho más loco que yo, porque además de ser muy generoso, antes de ayer me contó la trama de una novela que va a publicar en alemán próximamente y nos reímos mucho. Es hilarante la historia de la cabeza parlante de un poeta de una saga finlandesa, que se cuela en una novela de los años 30. Combina con la sensación surreal que tengo desde que he cambiado mis cuatro paredes por estas cuatro ventanas y nuestra casa va ha ser, como dicen los españoles: para descojonarse, mucho me temo.
Ahora por las tardes me inspiro con los culos del gimnasio del frente. Hombres de todos los tamaños a los que puedo ver hasta las rodillas, sudando. Alguien dice que también vienen mujeres, pero yo todavía no he visto a ninguna. Alguien me ha regalado en pocos días una cantidad considerable de libros. Yo sólo le he dado uno, porque no habla español y por lo general no tengo traducciones, pero el año pasado me robé con muy buen juicio la traducción de la novela de Juan Pablo Villalobos en la edición de Berenberg, no podía tener a mano un mejor regalo y casualmente le compré a la Niko en 2010 un póster limitado de todo el Capital impreso en una sola lámina, para leer con lupa, que pienso colgar en la cocina. Alguien opina que se va ha llenar de grasa y yo pienso que eso sería una suerte. Lo mismo opina mi ekeko que no para de fumar desde que ha encontrado su sitio en el dintel de la ventana. Muchas gracias a todos los que me dieron una mano... Sobre todo a Simón y por supuesto a Leo. El gran Leo, que con su sonrisa lo hizo todo mucho más fácil.

Subdesarrollo y felicidad

septiembre 04, 2011



Niza. Ya tres veces aquí
y siempre de paso en casi 15 años
de accidentes por Europa. Hoy una noche
de sábado caliente y la impresión de estar sentada
en la terraza de algún bar de Equipetrol.

Todavía tengo en la piel
el sol seco de mi casa.

La Provence y este tren que
llega con retraso para que
pueda pedirle un deseo a las estrellas
fugaces de la Costa Azul.
Seré vieja entre Avignion y Niza,
¿quién lo diría?

Mejor todavía,
voy a morirme entre los santos medievales
de las colinas, viendo los campos
cargados de duraznos,
la uva,
Este escenario paliativo al pago,
por lo menos una vez al año,
con la tortuga y la luciérnaga
persiguiendo lagartijas, en esta familia
paliativa. Una cooperativa para las
vacaciones de los niños que quiero.

Por eso la Pirata Verde y yo
dejamos nuestra ofrenda
en los rincones secretos
de Joucas y Gordes,
ahora lo comprendo,
sentada en una esquina fresca
del Boulevar de Gambetta.

Doña Luz acompaña el recorrido
de esta pequeña revolución de
caracoles y es el instinto el que llama a la
vendimia. El gen. En un idioma feliz y
sordomudo aprendemos a ser nómadas,
generación tras generación,
oyendo música,
superamos las barreras de los rumbos,
esas eventualidades que nos conmueven
en lenguas tan diferentes,
en ciudades tan distintas.
Nos miramos a los ojos y en el
alma suenan los erquis inmutables,
vuelven a la mente esos otros lugares
San Isidro, Sola, el Rincón de la Victoria.
Camargo, Villa Abecia,
esas otras colinas de la capital de la sonrisa
que llevamos en las venas, como
una infancia feliz y patapila,
con las mejillas a la brisa de la tarde.

Berlín Subtropical

agosto 14, 2011

caen lagrimones para espesar el verde,
por trechos con esa luz ambarina, que es
extranjera en estos parajes.
Una sorpresa de arco iris,
a 26 grados,
de cielos que se encapotan y revientan
con la furia del trópico,
varias veces al día.

La ciudad este verano a vuelto a
construirte catedrales.
Su naturaleza
destruye la organizada
monotonía de los parques,
se resiste a la autoridad
sobre la biología.

Canta Cerati:
sobre el techo, en la cúpula
y tu nombre escrito en las paredes,
se pierde bajo las florecitas
desubicadas,
que lo han tomado por asalto.

Londres, la propiedad privada y lo que vendrá...

agosto 10, 2011

Escucho en la radio las noticias que llegan desde Londres. El jefe de Scotland Yard habla de partes enfermas en una sociedad que se agrupa para saquear, romper y robar. La denuncia es que muchas personas, la mayoría jóvenes, colapsaron psiquicamente, al parecer no hay otra explicación. Hasta ahora el menor de los más de 600 detenidos en distintas ciudades inglesas, no tiene más de 11 años. ¿Hablamos sólamente de vandalismo pre puber y de adolescentes que, gracias a sus blakberrys, han podido ponerse de acuerdo para saquear centros comerciales, tiendas y supermercados? ¿De dónde viene esa enfermedad? ¿Por qué la policía tiene que amenazarlos con enjuiciarlos como adultos para que se queden en sus casas?
En Europa la crisis afecta directamente al estado de bienestar y lo que queda patente desde que se fueran los curas, los hippies y los punks, es esa ausencia de valores políticamente correcta, que es parte substancial de la educación de la mayoría de los jóvenes en este continente. No estamos hablando de gamberradas que la policía pueda controlar con balines de goma y lanza aguas. La frustración que expresa estos actos violentos és latente, tiene una directa relación con la falta de perspectivas y sobre todo con la imposibilidad de la mayoría de los jóvenes de acender en el futuro, aún el más remoto, de clase social. Supongo que por eso en el estudio más reciente de Adeco en España la mayoría de los chicos quiere ser futbolista. Si tenemos que hacerle caso a los analistas en la radio, de la encuesta publicada en los últimos días en ese país, la opción no tiene que ver tanto con el deporte como con el dinero. Son los nuevos gladiadores.
Aquí, como en el resto del mundo, vivimos viendo series americanas, pero la movilidad social en Europa ahora mismo es un cuento chino. Seguramente podamos contar con los dedos de las manos a los ilustres que han hecho el camino de lavaplatos a millonarios. Este no es el continente de las oportunidades y menos aún desde que a mediados de los noventa -en el caso de Inglaterra ya en los años 80 con Margaret Tacher- se decidiera por la economía de libre mercado a saco. Filósofos de la talla de Peter Sloterijk hablan incluso de post humanismo y la socidad actual, lejos de pensar que los seres humanos somos iguales, concentra todas sus energías en mantener las prerrogativas raciales y de clase de los que pueden heredar. La estética de la superficie es una falacia, no somos iguales porque vistamos igual. Los chicos roban en las tiendas, porque se prometen un mejor futuro a partir de la apariencia y no por necesidad. En mi opinión la urbanidad que caracteriza tal vez los últimos 50 años del viejo continente, tiende a descascararse debajo del oropel de la ropa de marca.
Una de las cosas que más me chocó de estudiar en la universidad alemana fue que, contrario a todos mis prejuicios, la mayoría de mis compañeros de clase venían de familias pudientes. Bien visto el sistema americano, con sus programas de becas y sus subvenciones para niños inteligentes, es mucho más igualitario. Más o menos la misma cantidad de jóvenes acceden a la educación superior de todos los colores. En Alemania al rededor del 30% de los jóvenes llegan a la Universidad. Los procesos de selección son tan duros desde el principio, que es muy difícil que un hijo de trabajadores, peor si es hijo de extranjeros, así por las buenas llegue a la Universidad. En mi generación y entre las personas que tienen estudios universitarios, incluidos aquellos que dicen de sí mismos ser de izquierda, uno de los insultos más frecuentes es: “prolet”, viene de proletario y si Marx hubiera podido prever este desarrollo lingüístico, a lo mejor habria escogido otro idioma para escribir sus textos. Hace 14 años que me escandalizo por eso y entre tanto pienso que, la diferencia principal con los Estados Unidos es que aquí los trabajadores pagan con sus impuestos, que los niños bien los insulten con un lenguaje exquisito y al hacerlo, se sientan respaldados por todo un sistema social, económico, gramatical.

Plegaria

junio 01, 2011

Mi abuela siempre ha sido una niña. Una niña hermosa, con los ojos negros como uvas y el cabello ligeramente ondulado. La semana pasada fui a la peluquería con una foto suya, para que rizaran el mío igual. No puedo asegurar cuales fueron los móviles. Pensaba en ella, si claro. Siempre pienso en ella cuando tengo que hacer algo importante, a lo largo de los 34 años de vida que tengo, he dejado de maldecir sus velas y parte de mi misma el pedirle que las encienda. Estoy convencida de que su devoción tiene las puertas abiertas en el cielo. Nada de lo que he hecho que tuviera su bendición no ha dado resultado, todo lo contrario. Su comunicación directa con los santos y con la Virgen, no ha hecho otra cosa más que beneficiarme. Al extremo que entre nosotras la discusión de si dios existe o no, después de muchos años de ensañamiento, ha perdido por completo su sentido. A mi dios me da igual, yo creo en mi abuela y en el amor que me ha dado siempre y a ella no le da igual, pero yo creo que vive tranquila desde que está segura de que con fe o sin ella, de todas formas mi educación permanece inalterable.
Sé desde hace un par de días que está inconsciente y hospitalizada y el pecho se me rompe. Vuelvo a sentirme como una niña. No soporto la posibilidad de que deje de estar ahí para mi, aunque sea hipotéticamente. Necesito saber que puedo alzar el teléfono y escuchar su voz, porque si no está se habrá terminado de romper lo que me une al lugar del que vengo. Mi tierra es sobre todo mi abuela y los juegos que jugábamos. Sus roperos enormes llenos de disfraces y caramelos, sus flores, su colección de botones. Sus tangos, sus cuecas y su amor por las fiestas. He aprendido a bailar swing con mi abuela y se por ella, que mi vida no es sobreentendida en el lugar del que vengo. Gracias a ella he aprendido a valorar mi suerte. La suerte de haber tenido siempre que comer y que vestir, la enorme suerte de haber crecido en una casa con libros y fue ella la que nos educó en la responsabilidad de usar esos beneficios para construir un país. Cuando yo era niña, mi abuela pensaba en grande y se refería en esos términos. Tal vez porque la revolución del 52 mermó a su familia hasta desmembrarla y dejarla sin un peso, tal vez porque su abuelo había sido contralor de la República, como ella dice con tanto orgullo o porque es huérfana de la Guerra del Chaco. ¡Quién sabe!
Mi abuela y yo nos conocemos desde que ella tenía 46 años. Mi primo y yo tuvimos la oportunidad de verla trabajando. Necesité igual 30 años de mi vida para darme cuenta de lo anormal que es, con o sin fe y no importa donde sea, que mi abuela fuera independiente, asalariada, trabajadora, una mujer emancipada de su tiempo. Mucho más moderna que muchas madres de amigos e incluso que muchas amigas. Cuando veo las fotos que tengo de su vida, como mujer me lleno de orgullo. Reconozco a una compañera, se que mi abuela es mi amiga y ahora soy yo la que enciende las velas. Doña Gladys se tiene que despertar y tiene que volver a ser la que era. En Berlín empiezo a recordar como se reza... se tiene que levantar.

El español y los movientos sociales

mayo 20, 2011

“La noticia más importante del día de hoy es la ocupación de la plaza en la Puerta del Sol. Esta noche el 15-M llama a una demostración en silencio” dice la radio española, que es la que escucho varias horas al día. Si algo tenían en común mis ex, además de hablar español y de ser inmigrantes, era su fascinación por las noticias y su pasión por los problemas que se cernían sobre sus respectivos países.
Sin haber vivido nunca en España, siento que mi relación con el país es muy intima, tanto como para haber conocido, como cualquier aborigen, a García Montero en la cama o para poder tararear una canción de Loquillo. Nada puedo hacer contra el sentimiento de propiedad que me despiertan los lirios del campo andaluz en el invierno, de ahí que como hacen los alemanes con sus países fetiche, no pueda dejar de consumir información y cultura, sin embargo nunca he podido hacerme a la idea de vivir ahí. El nacionalismo acomplejado que rodea cada vez más a lo español, me parece incomprensible. Hay una necesidad tan apremiante de ser reconocido como centro europeo que las réplicas de los personajes de Friends, la serie americana, inundan las calles de Berlín. ¿Quién ha dicho que lo europeo es anglosajón? ¿Quién?
Los españoles en mi barrio muchas veces son tan evidentes, tan modernillos, tan nuevos ricos o möchte gerne ricos, que dan risa y empiezo a darle la razón a los alemanes, cuando burlándose de la avalancha de nuevos Gast Arbeiter que nos asola, proponen poner una tranca. Que entren al barrio sólo la misma cantidad de españoles que salen, porque sino dejamos de ser multiculturales y dado que la izquierda alternativa es al menos en teoría internacionalista, nuestros héroes siguen siendo los partisanos, en realidad los españoles que mejor nos caen son los que pertenecen también en España a las distintas minorías étnicas del lugar. He pasado buena parte de mi juventud yendo a fiestas de solidaridad con el País Vasco y supongo que no es casualidad que durante los estudios mis mejores amigos fueran catalanistas. Esa es la consecuencia de haber limado mis prejuicios en la universidad alemana.
Antes de llegar aquí, pensaba que todos los españoles eran franquistas, entre otras cosas porque sus usos y sus maneras se correspondían claramente con aquellos en los que pretende vivir, la que yo considero que es, la parte más rancia de mi propia sociedad. Sin mencionar que por entonces, para mi los buenos, los que habían podido sobrevivir, se habían ido. Hasta Buñuel llegó a México, en México nuestro idioma tuvo su 68, fue en México dónde por primera vez se edito a Sartre, en México escribió Bolaño su manifiesto infrarealista y fue ahí donde se conocieron Fidel y el Che. Era donde Trozki se fue al exilio. Si a los 18 años yo hubiera tenido dinero, me habría ido a estudiar a la UNAM y la fascinación con México, es algo que comparto con algunos poetas alemanes que más me gustan. De ahí, supongo yo que me parezca incomprensible que un país se adjudique mi idioma y/o las ideas que se han gestado en mi idioma. Porque mi idioma desde hace mucho es el esperanto natural del mundo y nada puede asociarlo a la península, más de lo que puede asociarlo a las islas del caribe o a los picos de los Andes o a las calles de París, Queens o Waschington DC. A más tardar después de Lezama Lima, Cesar Vallejo o Alejandra Pizarnik, el español y la mixtura de culturas que lleva consigo es mucho más grande y poderosa que un sólo país. En la discusión de si el idioma debe llamarse castellano o español, yo siempre me decanto por la última palabra. Estoy convencida de que la referencia al antiguo Estado colonial, es la que mejor define la lengua que yo hablo, en su registro. Un menjunje entre castellano, catalán, vasco, gallego, aymara, quechua y otras lenguas nativas. Una ensalada que respeta esa gramática simple y antigua, con la que fue inculcada hasta la sangre la palabra de Dios, también en la península. No fue casualidad que se unificara la lengua el mismo año en qué se descubrió América. Ese era su destino, convertirse en el idioma de la República, en el instrumento de La Raza Cósmica, como la describe José Vasconcelos ya en 1925.
Si el inglés es el idioma de la libertad, después de la independencia de los Estados Unidos, el español es el idioma del ciudadano. Representa a una cultura educada en la convivencia, obligada a la convivencia por razones de fuerza mayor. Esa es la herencia que me han dejado mis mayores. Eso es lo que ha demostrado la resistencia civil a las dictaduras en nuestros países, las movilizaciones sociales de los piqueteros en la Argentina, las movilizaciones de las distintas asociaciones de pueblos indígenas -ya que incluso entre ellos la lengua franca es es el español- y sindicales a lo largo de los años ochenta y noventa, las revoluciones democráticas que han tenido lugar en distintos países latinoamericanos en los últimos diez años. El 15-M es hoy por hoy, al igual que la sociedad organizada que en México está tratando de llevar otra vez paz a las calles, una expresión de nuestra cultura y la Europa actual en eso no juega realmente un papel, si acaso puede aprender de lo “latino”, de lo “hispano”, si lo latino da el paso de asumirse y reconocer sus actos. Su peso. Las consecuencias tambien afortunadas de su interdependencia. Somos cuatrocientos millones de personas y creciendo y nuestro idioma después del inglés, es el que más se aprende en el mundo.
Apoyar presencialmente la demostración de mañana en Berlín en respaldo a las movilizaciones sociales que están teniendo lugar en distintas ciudades españolas, es también compartir con la sociedad civil alemana, algo que en nuestro idioma, por experiencia, sabemos hace tiempo. El sistema neoliberal, ese que a nosotros nos obligó a asumir el FMI en los años noventa a dos mil, con la liberalización de la economía y la privatización de los servicios básicos y que ahora pretende terminar de imponerse aquí, es indigno. Va en contra de nuestros principios y de una convivencia pacífica. Si la gente tiene que comer y es feliz, no es necesaria tanta policía.
La nueva Europa si es algo, es torpe y usurera en su parodia políticamente correcta de una soup opera americana. Los votantes de la CDU y del PP, de la SPD y del PSOE son inconfundibles y precisan para ratificarse, la construcción de un sentimiento de pertenencia excluyente, tan excluyente que excluye a sus propios ciudadanos, que están cada vez más lejos de una democracia real. Criticar el sistema, significa en primera línea poner en tela de juicio, aquello que no representa ni si quiera a mi cultura y estamos onligados a vivir a diario. ¿Y si como emigrante hispanohablante, también en Alemania, una España cañi fuera lo que yo necesito para poder desarrollarme como ciudadano?
Con el paso de los años, entre los que efectivamente vivimos en Berlín y hablamos espanñol, el país de origen es una anécdota, tenemos muchas otras cosas en común, tanto más importantes y además: ¿Qué sociedad se puede construir con clones que chapurrean en inglés?
De momento no hay un sueño europeo, los complejos abundan y aunque yo no sea nadie para decirlo, mi deseo es que el domingo en Madrid, por una vez gane Izquierda Unida. Sino es porque ellos puedan hacerlo mejor, al menos como voto castigo y para romper con el modelo Bipartidista. ¡Mucha suerte!
 
Design by Pocket